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La revolución de los vehículos eléctricos significa algo mucho más profundo que modernizar un medio de transporte. Una de las grandes transformaciones es la relacionada a los cambios tecnológicos que permiten transicionar de un vehículo a combustión a uno eléctrico, teniendo un rol clave las baterías. A su vez, las mismas, bien utilizadas, son la

La revolución de los vehículos eléctricos significa algo mucho más profundo que modernizar un medio de transporte. Una de las grandes transformaciones es la relacionada a los cambios tecnológicos que permiten transicionar de un vehículo a combustión a uno eléctrico, teniendo un rol clave las baterías. A su vez, las mismas, bien utilizadas, son la oportunidad de cambiar el paradigma energético tal como se lo conoce, gracias a su adaptabilidad pero también a las facilidades que dispone para la vida cotidiana. 

En la actualidad China lidera la lista con 3,3 millones de vehículos eléctricos vendidos en el 2021. Por detrás siguen Europa (2,3 millones) y Estados Unidos (630.000). Se estima que en todo el mundo hay unos 16,5 millones de vehículos que se traducen en el 10% del total. Para conocer más lee esta nota. 

Es que aquellas personas que disponen de vehículos eléctricos no solamente están generando un bienestar ambiental, sino que están incorporando soberanía energética a sus hogares. Incluso más en los casos donde estos vehículos son recargados por medio de la energía solar. 

¿De qué estamos hablando? De los vehículos eléctricos de carga bidireccional (V2G) o de “vehículo a la red” del inglés (Vehicle to Grid). Tal como lo indica el nombre, se trata de automóviles equipados con una batería capaz de enviar energía en dos direcciones, en vez de solo estar configurado para una sola dirección como la mayoría de los cargadores. 

Quizás algún despistado se pregunte para qué sirve eso en un automóvil, y la verdad es que la respuesta está al alcance de los ojos, ya que estos vehículos no solo son medios de transporte ecológicos, sino que también constituyen fuentes de energía alternativa para hogares o construcciones aisladas de la red eléctrica. 

El primer ejemplo de este tipo de carga eléctrica data del 2011, cuando la catástrofe natural provocada por el terremoto de Fukushima (Japón) ocasionó la eclosión de una estación nuclear que provocó la pérdida instantánea de energía en toda la región. Allí, los recientemente estrenados Nissan Leaf (la primera gama eléctrica de la marca), que cuentan con un sistema V2G, fueron utilizados para brindar energía eléctrica a aquellos lugares donde no había sostén de la red. 

Gracias a esta facilidad, miles de personas pudieron utilizar baterías alternativas para subsistir en la gran crisis, lo que abrió una posibilidad única para el mercado de la energía no convencional. 

De esta manera, quienes compren un vehículo eléctrico también están adquiriendo, en cierto punto, la soberanía eléctrica para sus hogares o sus trabajos en zonas sin disponibilidad energética. Muchos constructores utilizan este tipo de baterías, que además permite configurar para guardar la suficiente carga para hacer funcionar el coche. 

Además puede servir para sacar de apuros a alguien que no haya hecho los cálculos y haya quedado varado en medio de la ruta sin energía. De esta manera no será necesario chupar por la punta de una manguera para que salga la nafta, sino que el proceso será mucho más amigable. 

Características y modelos bidireccionales

Este tipo de baterías permite además varias funciones como programar la carga en la franja horaria de menos coste y transformar la corriente alterna de la red para cargar un vehículo con corriente continua o a la inversa para volcar en la red o un hogar corriente alterna, de esta forma se logra obtener un beneficio económico en el cambio energético.  

De momento no hay una oferta amplia de este tipo de vehículos. Entre los destacados están la camioneta eléctrica Ford F-150 Lightning, los modelos Volkswagen ID.4 e ID.5 GTX, entre otros. 

Se espera que en los próximos años los camiones eléctricos puedan brindar esta opción en simultáneo y así facilitar la generación de la energía eléctrica a gran escala en los hogares. Por ejemplo, el modelo de Ford es capaz de alimentar una casa por hasta tres días, un número bastante prometedor. 

Sin embargo no son todas buenas noticias, ya que este tipo de baterías y su uso continuo sin pausa puede generar que las baterías se atrofien mucho más rápido que las unidireccionales, lo mismo sucede con las cargas ultra-rápidas. Sin embargo, la facilidad que proponen hace que esto último sea un mero detalle. 

Se espera que durante los próximos años los fabricantes se vuelquen a este tipo de baterías y la acompañen con generadores solares para lograr aún mayores beneficios eléctricos en los hogares. ¿Te gustaría tener uno de estos vehículos?

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