“Todas las ERRES: Repensar, Redefinir, Reducir, Rechazar, Reutilizar, Recuperar, Reciclar”, de eso se trata esta Organización y esa es su presentación en sus redes sociales. Tomados de los conceptos básicos de la Economía Circular, buscan impulsar este nuevo sistema económico en todo el país.
Conscientes del daño que le está haciendo al planeta la gran cantidad de plásticos y productos provenientes del petróleo que ha generado la industria, desde la organización se propusieron como objetivo “acompañar personas, comunidades, empresas y organismos gubernamentales en el proceso de cambio sistémico hacia un consumo consciente y responsable, rediseñando hábitos, operaciones, normas y costumbres”.
Gabriela Real, Directora de Sustentabilidad de la empresa dialogó con Utopía Urbana y dejó algunas consideraciones respecto del trabajo que vienen realizando para impulsar este innovador sistema. Mediante su trabajo buscan alternativas ecológicas al consumo desmedido, pero también que las empresas y personas empiecen a reparar el daño causado.
“La economía circular es el camino hacia una nueva forma de gestionar los recursos, agregar valor, reducir el impacto de nuestras acciones de consumo, inspirarnos en el cuidado de nuestro hogar (el planeta) y finalmente proveer de productos sustentables accesibles a nivel universal”, explican en su página web.
Conoce más en esta nota.
-¿Cómo surgió el proyecto?
Las primeras acciones las iniciamos en Pandemia, no sabría exacto el mes pero estimo que fue por mayo/junio de 2020. Allí le comenzamos a dar forma a varias ideas que por separado, varios de nosotros veníamos transitando hace mucho tiempo, desde diversos espacios. En septiembre vendimos los primeros servicios y en octubre comenzamos a vender productos provenientes de la tierra con la idea de que vuelvan hacia ella, con el menor impacto posible.
Tres de los cinco socios que somos, ya veníamos muy conectados con temas de Medio Ambiente e Inclusión y nos propusimos hacer «algo» para que el consumo responsable sea LA opción. Sabemos que si sólo algunos toman conciencia, el mundo tiene una pronta “fecha de vencimiento” y por ese motivo nos pusimos a diseñar diversas estrategias para llegar a todas las personas con herramientas y opciones sustentables posibles.
“Nacimos como empresa de triple impacto que busca cambiar el modo en que nos relacionamos con el consumo, minimizando la generación de residuos, especialmente de plásticos de un solo uso, sumando conciencia del impacto de nuestras elecciones”
Desde el minuto uno sabíamos que solos, cada uno en su casa separando residuos, evitando plásticos de un sólo uso, haciendo ecobotellas y juntando chapitas, el impacto era limitado así que nos propusimos salir de nuestras casas y entrar en la de los demás.
Sí, en pandemia, ni más ni menos, nos propusimos entrar en la casa de la gente!! Mirar juntos su tacho de basura y co-diseñar estrategias para encarar de una forma más responsable el consumo. En ese momento, y hoy igual, pensamos y deseamos la posibilidad de llegar a la mayor cantidad de organizaciones (empresas, gobiernos, hogares) con información, herramientas para poder accionar, alternativas de productos sustentables y acciones colaborativas con la mirada puesta en nuestra casa común, el planeta.
Nuestras 6 ideas centrales fueron y son:
- Hacer “algo” por el medio ambiente
- Que más personas puedan hacer “algo”
- Qué más gente “sepa” que hay muchas cosas que SÍ pueden hacer
- Visibilizar el problema pero aportando ideas (y abriendo el juego a sumar todas las ideas posibles) que colaboren y se conviertan en acciones posibles de cambio
- Aliarnos con otros para ampliar el impacto
- Ser parte de una gran red de agentes de cambio
-¿Cuál es el principal objetivo que persiguen?
Nacimos como empresa de triple impacto que busca cambiar el modo en que nos relacionamos con el consumo, minimizando la generación de residuos, especialmente de plásticos de un solo uso, sumando conciencia del impacto de nuestras elecciones.
Acompañamos personas, comunidades, empresas y organismos gubernamentales en el proceso de cambio sistémico hacia un consumo consciente y responsable, rediseñando hábitos, operaciones, normas y costumbres.
“Creemos que la “Basura” es algo increíble!!! Vemos en ella un montón de recursos que fácilmente pueden volverse un insumo, un capital para quien vea su potencial. Ahí, en ese «hueco», nos ubicamos y nos convertimos en puente”
Trabajamos junto a nuestros clientes, en las mejoras de cada proceso y codiseñamos estrategias a medida. De esa forma, donde se pueda evitar el plástico, los ayudamos a hacerlo con alternativas 100% naturales y compostables (aportando incluso, nutrientes al suelo), y donde no se pueda evitar, los ayudamos a ubicar el mejor destino del mismo.
Creemos que la “Basura” es algo increíble!!! Vemos en ella un montón de recursos que fácilmente pueden volverse un insumo, un capital para quien vea su potencial. Ahí, en ese «hueco», nos ubicamos y nos convertimos en «puente».
-¿Qué proyectos llevan a cabo para impulsar el objetivo?
Tenemos dos grandes líneas: por un lado, productos compostables (liderados por las bolsas de almidón de maíz, brindando soluciones a comercios y grandes empresas, principalmente, en su packaging y/o embalaje) y por el otro, tenemos una amplia gama de servicios que incluyen consultoría, capacitaciones, acompañamiento en el diseño, planificación y puesta en marcha de planes integrales de sostenibilidad, tanto para organismos públicos (gobiernos locales, establecimientos educativos, poder legislativo, otros) como privados (empresas, OSC) y también en hogares particulares de todo el país, de esa forma, nos acercamos a nuestro propósito de cambiar el modo en que nos relacionamos con el consumo, minimizando la generación de residuos, especialmente de plásticos de un solo uso, cuya utilidad es de pocos minutos, pero su tiempo contaminando el medio ambiente es eterno.
Sabemos que no existe “LA” solución. Si hubiera una única solución a las problemáticas ambientales, ya se hubieran resuelto hace rato!! Es tanta la complejidad que la multiplicidad e interconectividad en las soluciones es completamente necesaria. Cada uno, en mayor o menor medida, es parte del problema, pero lo bueno es que podemos (y debemos) ser parte de la SOLUCIÓN.
-¿Cuál es la importancia de empezar a impulsar la Economía Circular en el país?
La Nueva Economía a nivel global, sólo será posible desde una mirada distinta de la producción y el consumo, donde el producir y tirar, no será más una opción. En Argentina y el mundo estamos viendo los efectos del cambio climático provocado por la economía del consumo, mientras que la ciencia nos dice (y la realidad nos va mostrando cada vez más) que ya no es posible seguir así. Y si bien, nuestro país no es de los que más huella de carbono genera, el impacto del calentamiento global afecta y afectará mucho más a las comunidades más vulnerables en los países menos desarrollados. Allí, la Argentina se encuentra en grave peligro y por tanto, el fomento de la economía circular, es imperioso.
“Acompañamos a personas y a través de ellas, a organizaciones públicas y privadas en ese camino de sumar conciencia, acciones y definiciones hacia una Economía Circular y sobre todo, un uso más responsable de los recursos”
Sólo una economía circular con su mirada sobre el consumo consciente y responsable, es LA opción si queremos dar vuelta la cosa y tener chances. Desde ésta mirada de la circularidad, nacimos como empresa. Tanto que hasta es parte de nuestro nombre.
Así, acompañamos a personas y a través de ellas, a organizaciones públicas y privadas en ese camino de sumar conciencia, acciones y definiciones hacia una Economía Circular y sobre todo, un uso más responsable de los recursos. De esa forma no sólo co diseñamos la mejor y posible estrategia para encarar en esa empresa, organización o grupo de personas, con el fin de que de a poco vayan persiguiendo y alcanzando objetivos que les permitan sentir y ver que pueden cambiar su forma de accionar en el mundo, cuidando y respetando, tomando definiciones y decisiones “parados desde otro lugar”, considerando a la basura como un recurso, al descarte como una “obligación” de hacerse cargo, a buscar y encarar alternativas más sustentables, en definitiva a saberse responsables y con el poder de hacer la diferencia.
-¿Qué desafíos identifican para su aplicación?
Por un lado, la economía circular, para muchos no resulta un “negocio”, ya sea por desconocimiento del impacto negativo que genera lo “barato”, por mera resistencia al cambio o por tener al alcance de la mano soluciones innecesarias, a carencias inexistentes. Por lo tanto, los principales desafíos se alinean con el cambio en sí mismo. Desde lo cultural, los hábitos, pero también… las normas.
“En nuestro país, no existe por parte del Estado, incentivo alguno suficiente, para que un emprendedor diseñe su empresa o que una organización existente transite hacia una economía justa y circular”
En los países donde se premia a las empresas de triple impacto y se castiga a quienes por el contrario, operan sin medir los riesgos sociales y ambientales que generan, provocando catástrofes, muchas veces irreparables, allí, el surgimiento de economías circulares se ve estimulado y por ello, el surgimiento y/o transformación de empresas hacia esa mirada, resulta mucho más simple.
En nuestro país, no existe por parte del Estado, incentivo alguno suficiente, para que un emprendedor diseñe su empresa o que una organización existente transite hacia una economía justa y circular. Mientras que muchas otras, reciben grandes subsidios, aún cuando su core es destructivo para el planeta.
Asimismo, no hay lugar en los medios de comunicación para éste tipo de temas y por ende, la población general está alejada. Los compromisos asumidos son aislados y no siempre sostenibles en el tiempo. No hay planes de concientización e incentivos para los ciudadanos y aún el municipio que tenga las mejores intenciones de encarar programas circulares, si no cuenta con su comunidad, no conquistará resultados.
-¿Qué impacto ha tenido la actividad desarrollada desde Erres?
En este primer año y medio de vida, hemos creado una comunidad de casi 30.000 personas, que desde sus lugares diversos, se han convertido en agentes de cambio, sumándose a espacios formativos, campañas colaborativas de limpieza en distintos puntos del país (de playa, río, bosques, parques, etc); desde nuestros programas de “Creación de Comunidades” hemos diseñado y gestionado proyectos generando articulaciones locales, nacionales e internacionales, acompañando a empresas, startups y todo tipo de organizaciones a crear o mejorar sus comunidades. Este registro es impreciso, justamente porque el impacto es amplio y se escapa (cosa buenísima) pero podríamos decir que el trabajar con más de 100 organizaciones ha impactado decenas de miles de personas.
Por otro lado, con nuestros productos compostables, hemos evitado cerca de 20 toneladas de nuevas bolsas plásticas en el planeta, brindando soluciones super amigables a los hogares de todo el país y a muchas empresas (más de 750 clientes).
-¿Cómo se puede colaborar con la organización?
Más que colaborar con Erres, nos gusta pensar que las personas colaboren con el planeta, dejando de generar residuos innecesarios, haciéndose responsables de sus consumos y sus propios desperdicios, implementando cambios en sus casas, separando residuos, comprando productos con el menor packaging posible y de producción local, compostando sus desechos orgánicos, entre muchas otras acciones vinculadas con el paso por la tierra de cada uno, pero también, buscamos que se involucren en mejorar lo que otros han dañado, porque aunque esa no sea nuestra basura, es nuestro planeta.
Así que, la mejor forma de colaborar con Erres, tal vez sea difundiendo lo que hacemos, sumarse a las acciones colaborativas que fomentamos, y sobre todo a animarse al cambio, porque si no hacemos nada diferente….. Estamos siendo parte del problema!! Sólo activando, de forma individual pero sobre todo colaborativa, seremos parte de la solución.