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La Fundación para el Desarrollo Sostenible llevó adelante un nuevo webinar sobre género, mujeres y Economía Circular. La argentina Gisela Ortiz, CEO de BiotaPass, importante startup climatech española que ayuda a solventar el problema de la huella de carbono, contó su experiencia y su camino para conseguir un puesto jerárquico y como combinar sustentabilidad y género.

Veinte años atrás era prácticamente imposible pensar en la inclusión de las mujeres en los altos puestos de mando en empresas y startups. Sin embargo, el esfuerzo que han realizado sin cesar les ha permitido romper, paulatinamente, con la hegemonía de los hombres en un mundo que denuncian “diseñado y creado para varones”. 

El respaldo alcanzado en el último tiempo, acompañado de la formación en cuestiones de género que se ha realizado tanto en espacios públicos como privados, fueron una invitación para que el paradigma se renueve y las mujeres empiecen a acceder a los lugares de poder. 

Desde la Organización de las Naciones Unidas (ONU), han buscado impulsar esta intención dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y ya se han empezado a ver grandes empresas en las que se destacan mujeres al mando de las compañías. El mito de la incapacidad femenina, bajo el que descansaban muchos hombres en todo el mundo, se ha empezado a caer tras los altos puntos de éxito que han empezado a recibir las gestiones de las mujeres en las distintas empresas. 

Uno de estos casos es el de Gisela Ortiz, Licenciada en Relaciones Internacionales y actual CEO de la empresa española BiotaPass, que busca emitir certificados de carbono en todo el planeta para poder proteger bosques nativos y su biodiversidad.  

La misma estuvo presente en el ciclo  de webinars de la Fundación Desarrollo Sostenible (FDS)-del que Utopía Urbana es Media Partner- que llevó adelante un nuevo encuentro que tuvo como protagonista a la cordobesa. Como es habitual en estos eventos, Monica Vaher, impulsora de la FDS y moderadora junto a su colega y presidente de la Fundación Elga Velázquez, recibieron a la invitada y a su exposición.  

Recordamos que, desde FDS, buscan darle espacio a fuertes mujeres del mundo de la sostenibilidad y poder contar sus historias inspiradoras que le han permitido disponer de su potencial para realizar las transformaciones necesarias en el mundo ya sea en relación a la Economía Circular como a la integración laboral femenina. 

El camino de la sustentabilidad con perspectiva de género

Un ejemplo de esta lucha es sin dudas Gisela Ortiz, que desde sus inicios ha luchado para lograr una igualdad de condiciones en lo que refiere a la cuestión de género pero también en relación a la sustentabilidad: “En España me di cuenta que la sustentabilidad es algo de extrema urgencia, que es transversal a todos los sectores”, expresó. 

Durante los primeros años de su carrera Gisela realizó diversos voluntariados en organizaciones como Amnistía o GreenPeace, donde empezó a consolidar su posición dentro de los parámetros sustentables. “Empecé a estudiar y a formarme en la realización de proyectos con perspectiva de género y en este proceso siempre estaba la mirada de poder ser conscientes y responsables con el medio ambiente sin pensar que hoy, 12 años después iba a ser urgente de extrema necesidad poder tomar decisiones y políticas públicas”. 

Durante los primeros años de su carrera su sueño era ser embajadora, pero la realidad con la que se encontró hizo que su misión cambiara. “Me pasó que no solo en la  universidad eran mayoría hombres sino que cuando tenía la posibilidad de tomar capacitaciones internacionales en distintas instancias la mayoría eran hombres y me transmitían que era un mundo hecho por y para hombres. Entonces si yo quería ser embajadora tenía que tener algunas concesiones”. 

Desde ese entonces, su elección fue sin dudas replantearse este mundo construido y ofrecer una alternativa distinta a lo que se veía. El contexto mundial de apertura hacia las mujeres sobre todo en lo laboral  le ha permitido tener una mirada abarcativa sobre la realidad de los países. 

“Hoy en día hay una apertura hacia que la mujer se mueva y se empodere. Que presente propuestas, de hecho, acá en España, sale un nueva ley de startups donde se les va a dar financiamiento a las compañías liderada por mujeres para propiciar a que la mujer se anime a tomar estos puestos de decisión”. 

Está claro que algunas sociedades europeas han tenido un mejor respaldo de las personas hacia los cambios de género, sin embargo, la situación de América Latina también ha empezado a cambiar durante los últimos años. En ese sentido, Ortíz expresó: “En Argentina empiezo a ver que se fomenta la perspectiva de género a través de universidades y en eso tiene mucho que ver los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Creo que el hombre está teniendo ese cambio de mindset. Estamos como más tenidas en cuenta y eso anima a trabajar”. 

Su rol en BiotaPass

Cuando los dirigentes de la empresa le ofrecieron el rol de CEO para transformar la empresa y orientarla hacia otra perspectiva, Ortiz pudo ver todos esos años de trabajo en solo un segundo. El resultado de la aceptación de las mujeres en los puestos altos de las compañías comenzó a ser una realidad y ella era parte de ese cambio. 

Desde allí pudo conectar dos de los ejes centrales en su vida, la sustentabilidad y la cuestión de género, algo por lo que se formó y capacitó durante los últimos diez años de su vida. “BiotaPass busca proteger los bosques nativos del mundo a través de la conservación del carbono y la protección de la biodiversidad”, expresó. 

Este plan se llevó adelante por medio de un software especial que permite monitorear vía satélite la gestión de distintos bosques. ”Mediante la Inteligencia Artificial para poder anticipar a través de la asistencia técnica y de la división de la biomasa para ver si hay algún incendio o inundación”. 

Resumidamente, buscan articular el trabajo con los dueños de bosques privados, para que no realizan plantaciones o acciones contraproducentes para la biota nativa de las regiones. La importancia de defender la vida originaria es lo que les permite a los bosques regenerarse y capturar el carbono necesario para transformarlo en oxígeno. 

“Las empresas pueden comprar un certificado de carbono para recibir en tiempo real todo lo que tiene que ver con este proceso. De quién es el bosque, cuáles son los parámetros, cuánto se está certificando para disminuir la huella de carbono”. 

En ese sentido, lo que buscan impulsar desde BiotaPass es que las empresas tengan “Responsabilidad Social Empresaria (RSE) en serio y no Green Waching que está más relacionado a la moda. Hoy el consumidor le exige a las empresas que tomen carta en el asunto y que lo que dicen se pueda constatar”, concluyó la mujer. 

De esta manera, la articulación entre la sustentabilidad y las cuestiones de género se han logrado impulsar en todo el mundo en los diversos espacios ya sea en oficinas y eventos como en los altos cargos empresariales. Ortiz es el relato vivo de esta transición y de cómo las empresas buscan apostar a las mujeres como motores de sus empresas.

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