Faro Digital, una mirada crítica y constructiva sobre las plataformas digitales

La aceleración y adopción de las tecnologías disruptivas y la digitalización abrió el paradigma -y lo modificó- en relación a las vivencias, elecciones y formas de vivir la cotidianeidad de las personas. Con personificaciones de la virtualidad vía redes sociales, el concepto de ciudadanía digital se ha puesto en el top del desarrollo humano mundial.

Pese a que aún hay casi un 50% del mundo que no tiene acceso a estos dispositivos, las plataformas digitales parecen ser cada vez más intrínsecas al ser humano siendo herramientas de juego, de estudio y planificación.

Desde esta postura, la ONG Faro Digital, con acción en Buenos Aires y Barcelona busca avanzar y profundizar el estudio de las nuevas tecnologías para comprender que, a través de nuestras interacciones con la red construimos una “huella digital” que nos identifica no solo en el mundo virtual sino también en el físico.

Para ello proponen diversos ejes, como la educación, comunicación y la investigación de la relación que la sociedad tiene con el entorno que crea y construye en internet, siendo las redes sociales una gran herramienta en este sentido.

Esta vez, desde Utopía Urbana nos dimos el lujo de entrevistar a Ezequiel Passeron, Director Institucional de la organización, quien aseguró que, desde Faro Digital, buscan entender “cómo apropian estas herramientas digitales para ver de qué manera participamos en ellas, qué problema encontramos y cómo los gestionamos”.

Desde su labor, que comenzó en el año 2015 -pero con su apoyo personal de más de diez años de estudios en relación a las ciencias de la Comunicación y la Educación-, buscan articular con empresas, gobiernos e instituciones escolares para brindar nuevas herramientas para comprender y aprovechar las nuevas plataformas.

Quizás el objetivo principal de Faro Digital sea poder problematizar, criticar y mejorar los usos de internet, aunque también “buscamos promover el uso creativo, enseñar habilidades digitales básicas tratando de acompañar a las personas acorde a las necesidades que tengan”.

Bajo los pilares de educación, comunicación e investigación, generan espacios de debate y formación para fomentar el desarrollo integral de una ciudadanía digital. Conoce más en esta entrevista exclusiva de Utopía Urbana.

-¿Cómo surge la iniciativa? ¿Qué propósitos se plantearon al momento de crear Faro Digital?

Formamos Faro en el año 2015 saliendo la constitución de la Asociación Civil y nace con el propósito y el interés de continuar trabajando, ya que parte del equipo fundador veníamos trabajando en políticas públicas desde hace varios años en temas de protección de datos personales, privacidad pero con un enfoque educativo y desde la comunicación y el análisis de los medios digitales.

En ese cruce de lo educativo, de cómo nos comunicamos y cómo convivimos con las redes sociales, internet y plataformas digitales en general ya veníamos trabajando con los territorios, las escuelas, gobiernos y empresas y decidimos darle continuidad pero, en vez de hacerlo mediante una política pública poder tener nuestra propia organización para poder hacer un poquito más de foco en lo comunicacional y educativo.

Al principio, como trabajabamos en el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación en la Dirección de Protección de Datos Personales, teníamos un enfoque con un dejo bastante jurídico. El programa se llamaba “Con vos en la web” y ya luego desde Faro Digital, aunque seguimos trabajando en la misma línea hicimos un poco más énfasis en la cuestión identitaria de cómo formamos nuestra imagen en internet, nuestra reputación, nuestra huella digital, también el tema de los vínculos con los otros y con la información. Desde ahí continuamos trabajando en la parte de talleres, generación de contenido, trabajando en investigaciones.

-Desde su conformación… ¿Cuáles fueron los proyectos más importantes con los que vienen trabajando?

Como horizonte tenemos la necesidad de estudiar y comprender los modelos de funcionamiento de las plataformas digitales, tenemos un enfoque desde los derechos humanos de poder pensar qué nos pasa a las personas desde esos entornos y para eso necesitamos comprender por un lado a los medios, en tanto como un mensaje, es decir analizar las distintas plataformas, las distintas redes, ver qué posibilidades nos dan de libertad de expresión de participación, pero también ver cuáles son sus límites.

No solamente analizamos lo mediático, sino que también ya, citando a Martín Barbero, uno de los referentes de la comunicación, pasar de los medios a las mediaciones. Entender qué es lo que hacemos las personas cuando estamos conectadas. Para eso tenemos como un concepto que es el de ciudadanía digital que un poco engloba todas las cuestiones que desde Faro promovemos que son llevar los derechos humanos a los espacios digitales, poder garantizar los derechos del resto, ver cómo apropiamos esa herramientas, ver de qué manera participan en ellas, qué problemas encontramos y cómo los gestionamos.

“Uno de los horizontes es ese, brindar información y herramientas para achicar esa brecha digital y que las personas adultas podamos constituirnos en referentes de las niñeces”

Ahí aparecen brechas generacionales, trabajamos con todos los públicos, desde la educación primaria y secundaria hasta la formación docente y vínculos familiares. Uno de los horizontes es ese, brindar información y herramientas para achicar esa brecha digital y que las personas adultas podamos constituirnos en referentes de las niñeces y de las juventudes en los espacios digitales.

Esto lo logramos a través de distintos proyectos, por ejemplo está “Soy Digital” que es un programa que hacemos en conjunto con Facebook que es de promoción de la ciudadanía digital, de la convivencia en donde tenemos 8 talleres temáticos para la comunidad educativa que buscamos que sean espacios de información pero también de escucha, reflexión y diálogo.

Por otro lado estamos trabajando con la Agencia de Conectividad de Córdoba (Argentina) donde no solo vemos los usos reflexivos o críticos de las tecnologías digitales sino también sus usos creativos. No solo conocer los límites y cómo gestionarlos, sino que también ver de qué manera podemos crear y producir a partir de la tecnología.

Este programa que estamos desarrollando con Córdoba en relación a los conectores, buscando formar personas en habilidades digitales básicas para que luego puedan ir al territorio y formar a otras y en algún punto, achicar la brecha de información. Una vez que estamos conectados, accedemos a ver qué hacemos para que esa tecnologías puedan transformar nuestra vida. Nuestras cuestiones sociales, ver si nos pueden dar oportunidades de trabajo y crecimiento.

Si bien los proyectos más grandes están relacionados al uso crítico de lo digital, también buscamos promover el uso creativo, enseñar habilidades digitales básicas tratando de acompañar a las personas acorde a las necesidades que tengan.

Por otra parte estamos trabajando en un proyecto en Barcelona con GSMA un consorcio que aglutina empresas de telefonía móvil que se llama MSchools, que busca conectar a docentes con otros docentes. Es decir, aprovechar las distintas prácticas y pedagogía que usan los docentes en sus escuelas y poder darles un espacio para valorizar el rol, ver la innovación que puedan incluir con las tecnologías o nuevas pedagogías y didácticas en el aula y contarselas a otras. La intención es formar una red de docentes.

-¿Hay que dejar la virtualidad de lado con la vuelta a la presencialidad?

Resulta muy curioso esto que está pasando, que ahora que volvemos a la presencialidad pareciera que nos olvidamos de la tragedia que sucedió en términos educativos. Esto rompió un montón de inercias que se le venían pidiendo a la escuela y universidad de sumergirse en el mundo de la tecnología y crear nueva didáctica docente y pienso que, en ese sentido, a nivel general, la escuela continuó garantizando la enseñanza.

Estamos viviendo un momento histórico donde notamos a nivel sociedad lo fundamental que es la escuela para la convivencia, para que las personas adultas puedan seguir trabajando, para que los niños se están formando en un espacio común socializando con otras personas.

Aunque esto no se pudo hacer con la pandemia se intentaron sostener estos encuentros y, a nivel docente se hicieron una pila y sinfín de esfuerzos que realmente hoy podríamos capitalizar de mejor manera. Se habla mucho de la educación híbrida pero la gran mayoría de las escuelas han vuelto a la presencialidad al 100% y me parece que ahí hay otra reflexión que tiene que ver con cómo lo comprendemos de Faro que es que el aprendizaje es uno de nuestros grandes focos no solo se da en la escuela. Se da por fuera de las paredes escolares.

Hay que darle un valor a lo que sucede afuera pero también a lo que pasa adentro. ¿Qué vamos a encontrar en las escuelas en la vuelta a las aulas? ¿Qué vamos a hacer en esos encuentros?

-¿Cómo desarrollan el concepto de Ciudadanía Digital?

Respecto a la ciudadanía digital nosotros, en términos de Brecha de Acceso y de conectividad no trabajamos. Nuestro trabajo es una vez que las personas ya están conectadas y eso es una diferencia interesante porque a nivel mundial el 50% de la población está desconectada y es importante denunciar eso también.

Parece que estamos hablando de esta creciente digitalización de la vida cotidiana, que es real, pero solo para las personas que estamos conectadas. Hay que levantar la mano para seguir viendo como esas viejas desigualdades se siguen reforzando con las plataformas digitales.

“Desmitificar las promesas de que las tecnologías vienen a solucionarnos la vida, siendo que muchas veces profundizan las desigualdades que ya venían de antes”

Donde sí estamos trabajando nosotros es en la brecha de información, de formación y en las herramientas. Hay muchos estudios en Argentina, muchas veces las brechas socioeconómicas tienen mucho que ver en esta brecha digital informativa que trabajamos . Desmitificar las promesas de que las tecnologías vienen a solucionarnos la vida, siendo que muchas veces profundizan las desigualdades que ya venían de antes.

Desde Faro tenemos una convicción total de la importancia y relevancia del rol del Estado y por eso trabajamos mucho con articulación con los distintos programas nacionales tratando que, desde la experiencia que tenemos en tanto al uso creativo, crítico y reflexivo para apoyar las políticas públicas y tratar de generar contenidos

-¿Cómo se da la articulación de estos proyectos? ¿Van ustedes a las instituciones y presentan los proyectos o los piden los gobiernos?

Los proyectos se van dando muchas veces por propuestas que hacemos nosotros, porque vemos una necesidad y nos acercamos ya sea a gobiernos o empresas privadas u organismos internacionales y universidades. Pero muchas veces también se da al reves.

Tratamos de no bajar línea y decir que las cosas son de una manera, sino que buscamos fomentar las preguntas, de que las personas puedan repensar sus propios usos y prácticas, tratar de que les haga ruido y cuestionarse. Eso es lo que buscamos desde el uso crítico, romper esa naturalización con la que hacemos las prácticas digitales.

“Cuando tenemos un programa financiado vamos a las escuelas a ofrecerlos de manera gratuita para intentar armar lazos y vínculos con las comunidades”

Es un poco de los dos lados, a veces tenemos proyectos pensados y nos acercamos a las instituciones pero por lo general suele ser al revés. Hay mucha necesidad, mucha urgencia de poder plantear estas temáticas. Lo que hacemos es, cuando tenemos un programa financiado vamos a las escuelas a ofrecerlos de manera gratuita para intentar armar lazos y vínculos con las comunidades.

-¿Es un desafío trabajar en la era digital donde lo que implementas un día ya puede quedar viejo al poco tiempo?

Eso es lo más divertido para los miembros de Faro porque nos gusta la temática, nos gusta estudiar las transformaciones sociales. Buena parte del equipo venimos de Ciencias de la Comunicación, Pedagogía, Psicología y me parece que la creación de internet es la transformación social histórica más potente que hemos tenido.

“Hoy en día hay que entender a diferencia de antes es que si hoy un chico o una chica se pelean por alguien por Whastapp, o le hace mal algo que vio en YouTube, el sentimiento que tiene es real, no virtual. Dejar de hablar de lo virtual para hablar de lo real”

Cada medio como la radio, la tele o la prensa a lo largo de este tiempo han generado transformaciones pero lo que hicieron internet y las plataformas digitales no tiene precedentes y se ve sobre todo en términos de acceso a la información.

Luchamos tantos años por llegar a tener la información que hoy tenemos abundancia de información y nos mueve mucho eso, que se nos mueva todo el tiempo el objeto de estudio es un desafío permanente y constante.

Hoy en día hay que entender a diferencia de antes es que si hoy un chico o una chica se pelean por alguien por Whatsapp, o le hace mal algo que vio en YouTube, el sentimiento que tiene es real, no virtual. Dejar de hablar de lo virtual para hablar de lo real.

Desde la perspectiva crítica tenemos una visión sobre las problemáticas y límites que traen estas plataformas pero en un punto también tenemos una concepción histórica y de contexto sobre la historia de las plataformas digitales y al principio había un discurso tecno utopistas de que las tecnologías nos iban a solucionar la vida y ahora parece ser que estamos en un momento donde pasa todo lo contrario. Que las tecnologías son pésimas o no sirven para nada. Y no es ni un extremo ni el otro. Desde Faro vemos que no nos hacemos cargo de que nosotros, las personas, hacemos y usamos estas tecnologías.

“Hay que poder analizar los medios pero también lo que hacen las personas, es decir las mediaciones. Ver cómo construimos sentido, como percibimos las cuestiones”

Entonces, por qué no pensamos en vivir sin el teléfono móvil o sin el acceso a Wikipedia o a redes sociales. Hay cuestiones positivas y negativas que pueden perjudicar nuestros derechos o hacernos sufrir. Estas últimas hay que dialogarlas y pensarlas para generar una convivencia cívica.

Hay un concepto que va más allá de la ciudadanía digital, hablamos mucho de la educación mediática. La necesidad de analizar los medios de comunicación digitales desde lo educativo. Poder analizar los medios pero también lo que hacen las personas, es decir las mediaciones. Ver cómo construimos sentido, como percibimos las cuestiones. Es algo muy trascendente para la definición de nuestras identidades y las maneras que nos vinculamos con las personas.

Faro Digital ha encontrado un ápice en el estudio de las redes sociales y los usos de internet, entendiendo que hay un gran espacio de apropiación de dichas herramientas para la creación de una identidad digital que hay que proteger, impulsar y aprovechar. De esta manera, las plataformas digitales parecen ser parte de un futuro que ya no admite lo cotidiano sin estar conectado a una red.

En síntesis

Faro Digital

Año de inicio: 2015.
Misión: Impulsar ciudadanías digitales protegidas brindando herramientas de acción e investigación sobre la utilización de las herramientas de internet.
Principales acciones: programas de inclusión digital generando contenido por medio de la educación, la comunicación y la investigación de los entornos sociales que se generan en las plataformas digitales.
Impacto y alcance: Con sede en Buenos Aires y Barcelona, ya se encuentran construyendo ciudadanías digitales en empresas, gobiernos e instituciones escolares de los dos países.
Visión a futuro: un mundo con una inclusión en términos de conectividad, con una internet regulada y puesta al servicio de la comunidad con ciudadanías digitales protegidas y aseguradas.