Desde la nueva gestión aseguraron la necesidad de diferenciar las cuestiones de Desarrollo Social de las que son exclusivamente pertinentes a la habitabilidad y al desarrollo de la comunidad. Por esta misma razón es que el Ministerio cambió de nombre a poco tiempo de haber asumido el nuevo gobierno y paso a denominarse Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat.
En un nuevo capitulo de entrevistas de Utopía Urbana y en la búsqueda de seguir visibilizando diversidad de opiniones, conversamos con Rubén Pascolini, el flamante Subsecretario de Hábitat de la Comunidad de la Provincia de Buenos Aires. Él nos explicó el por qué de este nuevo rol y aseguró que se trata de un “cambio de concepción de las políticas sociales”. El nuevo objetivo ahora, es poder asegurar una vivienda y “resolver es el de la desigualdad, de los grandes desequilibrios sociales que hay en la provincia y en el país”.
El dirigente, de vasto recorrido en la temática, es arquitecto recibido en la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Desde la década de los noventa está vinculado al desarrollo territorial en la provincia y fue trabajador del Instituto Nacional de la Vivienda y fundador de la Federación de Tierra y Vivienda de la CTA. Además, entre 2008 y 2014 presidió la Comisión Nacional de Tierras (Arraigo) e incluso fue Secretario Nacional de Acceso al Hábitat.
Todo este currículum lo pone en evidencia en una entrevista en la que el recorrido lo transforma en conocimiento dejando en claro la necesidad de transformar la estructura del país. Convencido de esto, propone reorganizar el territorio nacional y modificar los esquemas habitacionales logrando cambiar el flujo migratorio desde las grandes ciudades al interior del país.
El objetivo es claro, pero no por eso simple. La necesidad de descomprimir las grandes ciudades trae aparejado una mejora en el servicio de salud y educación y por sobre todas las cosas, en la calidad de vida de los argentinos.
-¿Cuál es el rol del ministerio y que lo diferencia de su anterior nombre como Desarrollo Social?
Me parece importante haber incorporado en la designación del área la categoría Hábitat. También la categoría Comunidad porque creo que es un concepto relativamente moderno, que da cuenta de la diversidad de dimensiones que participan del hábitat, que no es solamente lo construido materialmente sino es mucho más que eso. Son las relaciones humanas, sociales, la memoria, la identidad y la historia de un lugar.
Por lo tanto, hablar de hábitat es de alguna manera hacerse cargo de una política que tiene múltiples disciplinas. Me parece que constituye un avance en la materia. Pero en el caso específico del ministerio, al principio de esta gestión se decidió cambiar el concepto de Ministerio de Desarrollo Social por el de Desarrollo de la Comunidad. Esto parece un cambio de nombre nada más pero esto implica un cambio de concepción de lo que son las políticas denominadas sociales.
Desarrollo Social está definido para dar asistencia y contención, tiene que ver con entender que hay que asistir a los más necesitados. Pero haber incorporado el concepto de Comunidad implica que si bien a esta gestión le interesa priorizar a los sectores más necesitados especialmente a los más vulnerables en realidad entiende que el problema que hay que resolver es el de la desigualdad, de los grandes desequilibrios sociales que hay en la provincia y en el país, por lo que se trata de ocuparse de toda la comunidad.
“El Estado debe pedir disculpas por no haber asistido a los necesitados”.
Creemos en la discriminación positiva, el Estado tiene que estar presente para garantizar los derechos de aquellos que no pueden acceder por las leyes del mercado. Esto no es de orden natural. Hay otros gobiernos neoliberales que identifican a estos sectores como perezosos y no como víctimas de un sistema que no los incluye.
En el caso del Hábitat, lo que entendemos que hay que pedir disculpas desde el Estado por no haber asistido a aquellos necesitados y es una deuda que tiene el Estado para con ellos. En términos de desarrollo territorial vale destacar que somos una provincia que está totalmente desequilibrada, en términos de ocupación del territorio es una provincia que tiene una densidad habitacional de 3 mil habitantes por km2 en el conurbano y de 19 habitantes por km2 en el interior de la provincia. Es un territorio que tiene un interior que expulsa población y que a su vez una parte del conurbano también expulsa población. Hay una parte del conurbano bonaerense que recibe la gente que expulsa la Capital Federal, la que expulsa el interior de la provincia y la que expulsan las otras provincias.
Tenemos un conurbano que es de alguna manera el resultado de modelos de desarrollo hegemónicos que empobrecen a las economías regionales que no pueden contener a sus propias poblaciones. En el caso del interior de la provincia de Buenos Aires, como también Córdoba o Santa Fe, lo que sucede es que los excedentes que se producen en las zonas ricas no se producen en las zonas ricas en términos de agregar valor y terminan convirtiéndose en ingobernables.
“Cuando decimos déficit cuantitativo hablamos de la necesidad de producir vivienda nueva porque hoy en día hay mucha que es precaria y no tiene posibilidad de ser rediseñada y cuando hablamos de un déficit cualitativo hablamos de la necesidad de ampliación”.
-¿Cuáles son los principales desafíos que se observan en la provincia y también en el país?
Creo que uno de los grandes desafíos que tiene la provincia de Buenos Aires es poder equilibrar la ocupación de su territorio. Esto significa poder promover que progresivamente se descomprima el conurbano y se promueva el arraigo definitivo de esas poblaciones que se producen en el interior. En otras palabras se trata de invertir el flujo migratorio que hoy es del interior hacia el conurbano.
En términos habitacionales el desafío es saldar la deuda que hay con respecto al déficit habitacional que es en parte cualitativo y en parte cuantitativa. Cuando decimos déficit cuantitativo hablamos de la necesidad de producir vivienda nueva porque hoy en día hay mucha que es precaria y no tiene posibilidad de ser rediseñada y cuando hablamos de un déficit cualitativo hablamos de la necesidad de ampliación, de mejoras para resolver el caso de viviendas en donde el hogar vive hacinado. Donde hay varios hogares viviendo así también necesitamos viviendas nuevas.
-¿Qué medidas se están tomando desde el Ministerio para resolver estas temáticas?
El plan bonaerense que se anunció y se puso en marcha el año pasado plantea producir una serie de políticas que den cuenta de esos grandes déficits. También para reparar un problema que tiene el Estado provincial es el de la fragmentación de las políticas públicas que se ocupan de la problemática habitacional se creó la Unidad provincial a cargo del ministerio de gobierno y es un organismo que articula a los distintos organismos que intervienen en la producción del hábitat .
“Hay localidades del interior que tienen la misma cantidad de habitantes desde 1950”
-¿Se está previendo la ocupación del sector rural para cambiar el flujo migratorio como está ocurriendo en lugares como Brasil o Europa?
Si, cuando hablamos de cambiar el flujo migratorio creo que estamos hablando de que hay localidades del interior de la provincia como Alberti, 25 de Mayo, Coronel Pringles, que tienen la misma población que en 1950. Esto significa que hace muchos años que ni siquiera están pudiendo contener sus habitantes. Estas poblaciones además van envejeciendo porque la población joven migra a estudiar o trabajar o buscar seguridad sanitaria.
Esa migración es la que hay que invertir. Yo creo que hay que recuperar el valor del origen. Estamos estimulando con organizaciones sociales algunas colonias agrícolas para que consuman alimentos frescos y de mejor calidad ya que son agroecológicos. Por ejemplo en Tapalqué, todo lo que consume lo produce la ciudad de La Plata y es absolutamente irracional que la verdura viaje 300km cuando Tapalqué tiene un suelo productivo de muy buena calidad.
“Las ciudades están recibiendo la población que antes expulsaban y esto se está dando en todo el mundo”.
Hay que desnaturalizar eso y que se produzca en aquellas ciudades. Esto implica menores costos sociales porque hay menores camiones trasladando alimentos y se van a generar puestos de trabajo. Me parece que se está cuestionando esta naturalización de que las ciudades son monoproductoras. Eso hace que las ciudades sean muy dependientes generando problemas de vaciamiento. Los intendentes se quejan de eso porque quedan viviendas vacías que se empiezan a generar pastizales y ratas.
La pandemia estimuló esto, las ciudades están recibiendo la población que antes expulsaban y esto se está dando en todo el mundo. El trabajo digital de alguna manera facilita este mecanismo a distancia entonces la población puede tener su sede de trabajo en otros lugares. Se están produciendo algunos cambios importantes en el desarrollo que posibilitan esta alternativa.
-¿Qué líneas de acción se llevan adelante desde el ministerio para las zonas socialmente complicadas con relación a la toma de tierras?
Somos un organismo que interviene en los conflictos de ocupaciones de tierra. Estamos a cargo de Guernica (100 hectáreas ocupadas) y de Los Hornos (160 hectáreas ocupadas), que son los dos proyectos más grandes de la provincia.
Se está desarrollando en Guernica un proyecto con tierras aportadas por el sector privado con viviendas, escuelas, polideportivos, áreas de recreación y policlinicos. Como respuesta de este conflicto se está trabajando con las organizaciones que demandaron.
En Los Hornos estamos reubicando a las familias en las zonas que creemos viables, estamos ordenando unas 70 hectáreas, abriendo las calles, parcelando y adjudicando terrenos. Además estamos tramitando el inicio de la ejecución de las calles asistiendo con servicios de agua.
En lo que respecta al término preventivo hemos estimulado la generación de suelos, se han generado 16 mil lotes que es una respuesta menor pero es un crecimiento con relación a lo que se venía haciendo que se articula con la política de vivienda de nación que busca hacer 260 mil viviendas. Estamos promoviendo además la aplicación de la Ley 14.449 que genera suelo para que los municipios puedan otorgar terreno a quienes más lo necesitan. Además estamos estableciendo líneas de acción para generar una asociación con las organizaciones que demandan.
En términos de barrios populares hemos asistido con tres políticas más destacadas. El mejoramiento habitacional de esas viviendas que necesitan terminarse o mejorarse haciéndonos cargo del déficit cualitativo. Las políticas de equipamiento comunitario que contribuyen una ayuda importante y lograr hacer calles principales que se lleven el tráfico con buen suelo, buena iluminación.
“Es imprescindible la presencia de los municipios, gobiernos provinciales y nacionales pero también mucha presencia de la comunidad”
-¿Se están tomando medidas de Gobierno Abierto para resolver estas problemáticas?
Estamos planteando desde el Ministerio como estructura de trabajo mucha presencia del Estado porque es imprescindible la presencia de los municipios, gobiernos provinciales y nacionales pero también mucha presencia de la comunidad. La cuenca que vincula esa presencia es la Mesa de Gestión, que la llamamos la paritaria social. Creemos mucho en la gestión democrática y el lugar de la gestión democrática es donde hay contradicciones porque en la ocupación de una tierra hay varios intereses y derechos que son reconocidos pero que están en conflicto.
Está por un lado el propietario que reivindica el derecho a la propiedad, están los habitantes que ocupan eventualmente ese lugar que reivindican tener un lugar donde vivir y el municipio que reivindica el derecho de organizar el territorio y se tiene que hacer cargo de estas contradicciones. Nos parece que estas mesas de gestión son un mecanismo muy interesante para llegar a respuestas adecuadas que satisfagan a estos actores que reivindican derechos.