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El encuentro, organizado por la Red de Movilidad Sostenible presentó el debate sobre la llegada del combustible sostenible a la región. Expuso el especialista Leonardo Ianuzzi presentado por el director de dicha organización Felipe Rodriguez Laguens.

Se llevó a cabo el segundo encuentro organizado por la Red de Movilidad Sostenible. En esta ocasión bajo los lineamientos de los avances sobre la movilidad sostenible e hidrógeno verde y sus usos y dificultades en el mundo y sobre todo en Latinoamérica. 

Allí, el presentador, Felipe Rodriguez Laguens, tuvo el honor de darle espacio al experto Leonardo Ianuzzi, quien es máster en energías renovables,consultor en movilidad eléctrica con énfasis en Hidrógeno y especialista en sostenibilidad, entre otras actividades. 

Bajo una presentación muy detallada, producto de sus cinco años como investigador de la temática, el especialista brindó información pertinente para entender explícitamente que “el hidrógeno verde es un factor clave en la transición energética”.

“Para evitar que la temperatura media terrestre supere el 1,5°C de cara al 2030 es necesario establecer mejoras del punto de vista económico. Hay que apuntar a una economía sustentable y el transporte, junto a la producción de alimentos, es uno de los sectores a trabajar”, explicó. 

Para ello, detalló el Objetivo de Desarrollo sostenible (ODS) número 13 de Acción por el Clima, que busca disminuir fuertemente las emisiones de CO2. “La idea es disminuir estas emisiones de cara al 2030 y llegar a los valores del año 2000. Ese es el desafío a nivel mundial“, aseguró Ianuzzi. 

Sin embargo, si bien el hidrógeno verde(link nota que es hidrógeno verde) es el principal apuntado para lograr una movilidad sostenible, hay que tratar de entender por qué. Primeramente se trata por su producción totalmente sustentable, ya que, según explicó el especialista “proviene de fuentes renovables y tiene una reducción neta de al menos un 60% de los gases de efecto invernadero respecto al hidrógeno que proviene de combustibles fósiles”. 

Por qué aún no es viable

Dentro de la conferencia, uno de los temas importantes para Ianuzzi es comprender cuales son los impedimentos para que este tipo de combustible se consolide en el corto plazo. En ese sentido, el especialista explicó que “aún se necesita producir más energía y en términos energéticos hoy por hoy no cierra utilizar hidrógeno”. 

Además, como aún no hay hidrogeneras o plantas centralizadas a gran escala y son muy altos los costos de transportar y almacenar el hidrógeno. Esto no solo significa un problema en la infraestructura, sino también en la seguridad, ya que, por ejemplo, “un vehículo que funcione a base de gas está a 200 bar de presión, mientras que para usar hidrógeno habría que pasarlo a 350, lo que sería un tema de seguridad importante. Es necesario un gran nivel de infraestructura para abastecer un colectivo”. 

Por todos estos factores se estima que aún es costosa la producción de hidrógeno verde a comparación del gris o del azul, que representan un 95% del hidrógeno utilizado. En consecuencia, si bien se están implantando las bases para este modelo de cara a unos 30 años, se espera que haya una transición en el medio que incluya los vehículos eléctricos. “Hoy en día no se utiliza el hidrógeno verde de forma masiva, sino en escala piloto”, concluyó. 

Por otro lado, pero no menos importante, está la dificultad a la hora de almacenar el hidrógeno. “La celda de hidrógeno requiere muchos metales preciosos y especiales. Lo mismo que la batería. El litio es el que se escucha con más fuerza como materia. Son casi 17 componentes especiales con lo cual la tecnología tanto de baterías como celda de combustibles va a requerir otras materias primas, lo que también va a tener impactos ambientales”. 

Argentina y la producción de hidrógeno verde

Se generan en el país al menos unas 55 millones de toneladas de CO2 por mes, lo que significa unas 660 millones por año. De este total, un 15% es lo que corresponde a automóviles, otro 25% a la agricultura. La intención es que esos 55 millones mensuales se transformen en 30 para el año 2030 y se logre neutralizar completamente esto para el 2050. 

Para ello destacó la necesidad de comenzar a utilizar biocombustibles para lograr que la producción y la forma de producción de estos sea de fuente y de origen sustentable. En la búsqueda de un esfuerzo descarbonizante el primer paso es aumentar la mezcla de biocombustibles en el transporte automotor y apuntar a la utilización de hidrógeno. 

Del total de las emisiones producidas por la movilidad el 41% pertenecen a automóviles, mientras que el 59% restante al transporte pesado. “Hay que resolver este problema con la movilidad eléctrica o el hidrógeno o una combinación de ambos. Argentina prevé incorporar casi 500 mil vehículos eléctricos y 11 mil buses para el año 2030”. 

El hombre, que destinó parte de su vida al estudio de las energías renovables y cómo adaptarlas a la movilidad aseguró que la región tiene una oportunidad única de cara a la producción de este combustible y, si bien no se conoce mucho al respecto, la idea del Gobierno Argentino es acompañar el anuncio de la empresa australiana Fortescue que evalúa “producir hidrógeno verde en Río Negro derivado de fuentes de energías. También se estima la producción de fertilizantes verdes para reducir el impacto ambiental de la agricultura, que no es un dato menor”. 

Otros usos del hidrógeno verde

Según explicó Ianuzzi, este tipo de combustible no es clave solo en el transporte, “también lo es en la descarbonización de la economía y de los insumos que se utilizan para hacerla circular”. 

Para ello es vital comprender cuáles son los otros usos que puede tener el hidrógeno verde como motor macroeconómico a nivel mundial. “La actividad agrícola por ejemplo, es causante en Argentina de un cuarto de las emisiones totales. El derivado de usos de fertilizantes de hidrógeno reduciría este problema sumamente importante” aseguró el experto. 

“La clave es que se utilizará el hidrógeno para que muchos insumos se produzcan de una fuente verde. No solo en el transporte, sino también para la calefacción o llegada de energía eléctrica a los grandes edificios. Incluso para la producción de materia prima”, explicó y continuó: “El hidrógeno verde está llamado a jugar un papel fundamental no solo en el transporte o movilidad, sino en la economía a nivel mundial. Es la clave para bajar toneladas de CO2”. 

Fortalezas y problemas en Latinoamérica

Para Ianuzzi, “la región tiene una gran oportunidad” en mano, ya que, según explicó “tiene ventajas competitivas por la alta disponibilidad de fuentes primarias renovables de energía como el sol y el viento”. 

Esto se traduce en la capacidad de producir hidrógeno verde a gran escala y de manera constante que significa la conquista de “un precio competitivo” para la producción si se logra nivelar el costo del kilo de hidrógeno por debajo del US$ 1,5. 

“La clave, en ese sentido, es tener alta cantidad disponible de energía renovable. La región tiene la capacidad de hacer la transformación por las grandes cantidades de sol, viento y biomasa que proviene de la agricultura o de la actividad forestal”. 

Sin embargo, no se trata de la única alternativa presente para la región según el especialista. “Sería interesante también que se pueda generar una escala masiva de producción de vehículos eléctricos y de hidrógeno para países como Brasil, Argentina y México”, aunque para ello, también aseguró que “todo dependerá de la macroeconomía, que debe ordenarse para recibir inversiones ya sean extranjeras o locales. Los proyectos energéticos son a largo plazo, por lo que la economía va a influir significativamente en ello”. 

Para finalizar la conferencia, Leonardo Ianuzzi invitó al público en general, ya sea joven o adulto a estudiar el hidrógeno verde. “Es la mejor sugerencia que se puede hacer. Estamos hablando del combustible del futuro y es de gran importancia para el desarrollo económico y se necesitan profesionales preparados para ello. Quienes ya estudiaron algo es hora de volver a estudiar y quienes están aún estudiando, vuelquen sus estudios al hidrógeno verde”, concluyó.

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