El proceso de transición hacia ciudades inteligentes y sustentables que han comenzado los gobiernos europeos han dado como resultado una serie de políticas de Estado orientadas a la mejora en la calidad de vida urbana. Una de las prácticas comunes es la búsqueda de reducción de emisiones de los vehículos diésel. Así al menos lo entendieron en Escocia, donde presentaron el plan City Mobility 2021-2030.
¿De qué se trata este caso que incentiva movilidad sostenible? Este proyecto presentado por el gobierno de Edimburgo, parte de la red europea de ciudades dedicadas a un transporte mejor y más limpio en Europa a través del programa Plan de Movilidad Urbana Sostenible.
Incluye medidas para el fomento de este tipo de prácticas, mejorar el transporte público, crear hubs de movilidad y poner en marcha un centro de operaciones de monitoreo del tráfico urbano.
En otras palabras, lo que buscan con esta iniciativa es crear un sistema de transporte descarbonizado, mejor conectado y más seguro. De hecho, el documento ya fue aprobado en la Comisión de Transporte y Medio Ambiente de Edimburgo y esperan poder poner manos a la obra en el menor lapso posible.
Tal como lo anticipa el nombre del proyecto, buscan dejar atrás los motores y sus combustiones para darle impulso a la electromovilidad. Para ello se inspiraron en comentarios recogidos en encuestas de opinión pública y recopilaron distintas medidas de países vecinos.
Estos estudios lograron determinar cómo el transporte puede ayudar aún más a la región en su transición hacia formas de viaje más sostenibles, además de conocer el impacto de los viajes de cercanías en la red de transporte y la importancia del comercio minorista y del transporte de ocio dentro de impacto ambiental.
El principal eje del City Mobility Plan son las personas, su bienestar y la igualdad e inclusión mediante el cambio de comportamiento hacia el uso de medios de transporte sostenibles.
Con esto buscan una solución integral al problema, y que los ciudadanos contemplen la necesidad de virar hacia la sustentabilidad como proyecto de vida y así poder aplicarlo a distintas áreas, no solo la movilidad.
El segundo eje es el movimiento, con el que buscan impulsar un crecimiento económico y lograr combatir el cambio climático por medio del incremento viajes interurbanos vía movilidad eléctrica y sin emisión alguna.
El tercer y último eje se centra en el lugar, es decir la protección del espacio físico, por medio de la reducción de la necesidad de viajar y reducir las distancias de los viajes.
“El plan es fundamental para un futuro limpio, conectado y con cero emisiones de carbono. Esto se suma a otros esquemas innovadores en los que estamos progresando, desde la transformación del centro de la ciudad a una zona de bajas emisiones, tranvías a Newhaven y una variedad de emocionantes proyectos de viajes activos que conectan a las comunidades”, explicaron en la página oficial del gobierno.
Búsqueda hacia una movilidad más verde
Por medio de este plan, no solo promueven un desarrollo en la región europea, donde un efecto dominó viene desencadenando un sin fin de políticas sustentables por los distintos gobiernos y el aval del sector privado, sino que también buscan convertir Edimburgo en una ciudad verde.
Con la reducción de la combustión esperan que se de una recuperación ecológica en la zona a raíz de la reducción del tráfico en los principales puntos neurológicos de la ciudad, teniendo en cuenta que el transporte es el mayor generador de emisiones contaminantes en la urbe.
La idea del gobierno provincial, es que la ciudadanía sea un actor protagonista en el cambio de paradigma, por lo que ya avisaron que seguirán tomando medidas de este tipo para llegar colectiva e integralmente a 2030 logrando una gran reducción en los efectos contaminantes.