Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Para ello tomará una serie de medidas dictaminadas por una Ordenanza de Movilidad Sostenible que apunta a eliminar las combustiones vehiculares de cara al 2040.

En busca de reducir la cantidad de emisiones de combustibles fósiles en la zona, desde el ayuntamiento madrileño dictaminaron una nueva Ordenanza de Movilidad Sostenible (OMS). De esta manera, buscarán establecer un marco normativo en la capital para lograr progresivamente convertirla en una Zona de Bajas Emisiones (ZBE). 

Este nuevo acuerdo impulsará la micromovilidad, la carga y descarga inteligente y convertirá la ciudad en un laboratorio de innovación en movilidad. Es decir, de esta manera, llevarán a cabo esta prueba piloto con la intención de extenderla a otros municipios españoles y, a largo plazo, en desarrollar una estrategia a nivel mundial. 

Son cientos de ciudades inteligentes las que impulsan el cambio de paradigma en el mundo con un compromiso ambiental que llega a establecer políticas públicas transformadoras. 

Buscando garantizar un aire saludable, la ordenanza se impulsa en establecer Zonas de Bajas Emisiones en todas las ciudades de más de 50 mil habitantes, amparada en la ley de Cambio Climático y Transición Energética. Para ello, no quieren esperar a que el daño sea irreversible. 

Con este objetivo, impulsarán el uso de bicicletas en las zonas céntricas, además de una tarifa dinámica SER (Servicio de Estacionamiento Regulado). La política llegará incluso a las zonas de carga y descarga de mercancía y a los estacionamientos de alta rotación para reducir el tráfico y evitar que las combustiones se aglutinen por la congestión de automóviles. 

Para desarrollar esta experiencia, que consta de 245 artículos, el Ayuntamiento madrileño incorporará algunas otras modificaciones en la esfera pública para lograr ampliar la sustentabilidad y convertir a la capital en una ciudad inteligente de primer nivel. 

Entre estos cambios incorporados, se priorizará el estacionamiento en la ciudad, logrando liberar las aceras de automóviles. Para ello ampliarán el SER a 20 nuevos barrios citadinos y se incrementará al 80% el minimo de plazas verdes de estacionamiento regulado. 

Extremar medidas para reducir la combustión

Por otra parte, la OMS espera poder ubicar los puntos de carga y descarga de mercadería en los aparcamientos reservados para el municipio, que en más de una oportunidad se encuentran sin utilizar. 

Junto a estas medidas también se limitará a 20 kilómetros por hora la velocidad en las vías urbanas. También se respetará esta normativa en vehículos de entornos escolares. 

En el ámbito de la seguridad vial, se limita la velocidad para vehículos a motor a 20 kilómetros por hora en vías urbanas que dispongan de plataforma única de calzada y acera cuando existan elementos separadores entre las mismas y a 15 kilómetros por hora cuando no los haya. También se rebaja a 20 kilómetros por hora la velocidad de los vehículos en entornos escolares.

Por último, la propuesta de autobús a demanda se extenderá en horario diurno y nocturno en algunas zonas y líneas con baja densidad de población o alejadas de edificaciones.

La normativa además dispone que para el 2023 queda prohibida la circulación de vehículos altamente contaminantes por la ciudad y se estima que para el 2025 directamente no podrán circular por las calles de Madrid aquellos autos sin domicilio en la ciudad. 

Qué significa ser una ZBE

De sus siglas abreviaturas, ZBE, se desprende un concepto de gran importancia y urgencia a nivel mundial. Convertirse en una Zona de Baja Emisión hoy en día es uno de los máximos anhelos de los centros urbanos más importantes del mundo. Pero…¿Qué significa?

La intención de las grandes urbes de contribuir en la lucha por el cambio climático y lograr una movilidad sostenible y amigable para el medio ambiente ha llevado a que este deseo se traduzca en políticas públicas. 

De hecho, se estima que gran parte de las principales capitales del mundo están por encima de  los umbrales máximos de contaminación de dióxido de nitrógeno y de material particulado recomendado por la Organización Mundial de la Salud, significando esto una amenaza para la salud pública.  

Con el objetivo de cuidar el medioambiente y a quienes lo habitan, distintos municipios y gobiernos provinciales desarrollaron un sistema de registro de patentes y una serie de políticas públicas que apuntan a subsanar este problema. 

Esta ordenanza madrileña se encolumna detrás de esta tentativa que obra por la movilidad sustentable, que apunta directamente a reducir en la totalidad la combustión de los vehículos durante los próximos años.