La transición hacia una movilidad sustentable en Argentina es lenta, pero irreversible. Lejos de las grandes capitales del mundo, el camino ya tuvo su origen y, paulatinamente, las provincias apuntan a reemplazar la emisión de carbono de los vehículos por aquellos automóviles de motorización eléctrica.
Si hay alguien que conoce la temática de cerca es Mariano Jimena, Presidente de la Asociación Argentina de Vehículos Eléctricos y Alternativos (AAVEA) y uno de los impulsores y primer Presidente Pro-Tempore (2019) de ALAMOS (Asociación Latinoamericana de Movilidad Sostenible), quien en diálogo con Utopía Urbana mostró su preocupación. “Hay que tener en cuenta que el cambio va a depender de cualquier acción que hagamos para ser menos contaminantes”.
En ese sentido, el especialista en movilidad sustentable, aseguró que si bien aún se está lejos de la implementación de los autos eléctricos, se evidencian ciertos cambios y actitudes que pueden dar el puntapié inicial: “Hay que ver si vale la pena movilizar un vehículo de 2.500 kilos con motor diesel para hacer diez cuadras o si es mejor ir en bicicleta”.
Aunque la realidad económica de la región es una complicación para el desarrollo de la infraestructura de carga para el funcionamiento de una movilidad eléctrica y sustentable ya se empiezan a ver los primeros vehículos eléctricos y sus respectivas estaciones. Algo que para Jimena significa un avance fundamental.
De hecho, según un reporte de la Asociación de Concesionarias de la República Argentina (ACARA), las ventas de vehículos híbridos y eléctricos en Argentina alcanzó unas 3.760 unidades en los primeros ocho meses del 2021. Esta cifra significa un 133% más que en el 2020, con un promedio mensual de casi 500 autos vendidos.
“Los autos se compran sabiendo que únicamente los van a cargar en sus casas o en el parking de alguna empresa. A medida que vayan entrando los autos al país se van a ir generando medidas de incentivo para que haya más estaciones de carga”, aseguró Jimena.
Claro que esto no solo dependerá de los usuarios que den el salto de calidad hacia la movilidad sustentable, sino también de las políticas públicas que impulsen este desarrollo.
La realidad argentina
“Va a ir todo de la mano de que haya políticas públicas que lo incentiven. En Argentina estamos lejos, pero considero que empezará a fluir donde los estados incentiven el uso de la movilidad sustentable mediante estrategias impulsadas por leyes y planes provinciales y nacionales”.
Un claro ejemplo de esto a nivel internacional se dio en la última semana en el ayuntamiento de Madrid, donde desde el municipio dictaminaron una ordenanza que busca convertir a la capital española en una Zona de Baja Emisión.
Aunque en menor medida, esta serie de políticas ya tiene su réplica en Argentina: “Veo que hay proyectos, interés y planes de lograr una movilidad sustentable en las provincias. De acá a fin de año se van a ver cosas nuevas y durante la mitad del año que viene se van a ver muchas cosas más”, aseguró Jimena que agregó: “Es difícil poner energía en proyectos a largo plazo cuando la prioridad es recuperar la salud y la economía. Más en cuestiones relacionadas a la tecnología”. Sin embargo, el referente en el ámbito de la movilidad sustentable está convencido de que habrá un “efecto contagio” ya que “desde lo comercial hay mucho interés”.
Para comprender esta situación, es pertinente realizar un relevamiento sobre las provincias que ya han empezado a elaborar un plan de acción. Aquí podemos destacar los pasos que dieron en algunas provincias como Mendoza dónde circulan 18 colectivos eléctricos; la Ciudad Autónoma de Buenos Aires que ya puso en marcha dos buses eléctricos pertenecientes a la línea 59; y la provincia de Santa Fe que inauguró dos corredores de carga eléctrica y cuenta con dos trolebuses con esta motorización. Tampoco debe olvidarse que otras provincias se metieron en esta carrera, como San Luis y Neuquén instalando sendos corredores de carga eléctrica.
Sin embargo, pese a esta ola de pequeños cambios, para Mariano Jimena aún falta mucho camino por recorrer. “Podría decirse que estamos entre unos cinco y diez años de la España de hoy”. Esta visión puede complementarse tranquilamente con el informe de ACARA, que asegura: “El aumento de la oferta de vehículos eléctricos puros es, de hecho, muy limitada aún en el país. Lo que es muy lógico a la luz de que esta tecnología requiere de una infraestructura de soporte mucho mayor y que en Argentina aún no está ni siquiera en sus inicios”.
Movilidad sustentable en América Latina
Pero…¿Cuál es la situación en América Latina? Para hacer este análisis Jimena divide los países latinoamericanos en dos grupos variando su densidad demográfica. “Chile, Colombia y Costa Rica son países muy avanzados en función de la cantidad de habitantes y de autos eléctricos”. Por otro lado, se encuentran los que tienen una mayor tecnología desarrollada acorde a su gran cantidad de habitantes. “En volumen Brasil y México son potencias en el continente”, aseguró.
De todas formas, acorde a las condiciones materiales de Sudamérica, “siguen estando lejos de España, Alemania o Noruega”. Cabe destacar que, mientras en Argentina el 99% de los autos vendidos están equipados con motor a combustión, en Noruega un 70% de las ventas de automóviles son de funcionamiento eléctrico.
Sin embargo, aparecen como una opción viable en la región el uso de motos y bicicletas eléctricas, cuyo volumen “empieza a crecer de manera considerable y ya no se trata de algo marginal”. El próximo paso, para Mariano Jimena, más allá de los autos eléctricos es “apuntar a un transporte público con movilidad sustentable”. Quizás en línea con las experiencias de Santiago de Chile, Bogotá y México D.F., las principales urbes que están avanzando progresivamente con buses eléctricos en Latinoamérica.
Traducido en emisiones, los países latinoamericanos representan el 15% de las emisiones mundiales de CO2. Un 63% de este 15% responde al transporte público, una de las principales razones por las que los Estados empiezan a querer cambiar reducir la combustión de este servicio. El porcentaje restante pertenece a autos.
Europa saca ventaja
La avanzada europea en relación a la tecnología smart responde no solo al capital disponible. Una serie de políticas públicas ha permitido un gran avance en la venta de vehículos eléctricos.
Aún con un porcentaje incipiente de ventas, que no supera el 4,2% del total de los automóviles de carga eléctrica en el mundo, los países que dan qué hablar en estos tiempos son los que representan a la región nórdica. Allí, en Noruega, Islandia y Suecia, las ventas representan un 75%, 45% y 32% respectivamente del total de vehículos anuales.
Dentro de estas medidas gubernamentales, en Reino Unido ya avisaron que se prohibirán las nuevas licencias de automóviles diésel, mientras que la Comisión Europea busca prohibir directamente la venta de nuevos modelos a gasolina. Se espera que para el 2035 no se fabriquen más autos a combustión, tampoco híbridos, ya que representan un gran problema ambiental.
Proyecto de ley de “Fomento a la electromovilidad en Argentina
Dentro de la importancia del desarrollo de las políticas públicas en el país, el impulso de la ley de Fomento de la Electromovilidad en Argentina genera expectativas a nivel gobiernos como también empresarial. Como parte importante del desarrollo de este proyecto, Mariano Jimena aseguró: “La idea es hacer foco en la industrialización a mediano y largo plazo. Por más tiempo que lleve es necesario arrancar ahora. Lo veo muy bien y super necesario”, explicó el referente.
“Me gusta pensar que Argentina va a ser el faro de la electromovilidad en la región. Hay que producir y exportar nuestros productos a los países hermanos de Latinoamérica. Hoy por hoy tenemos 12 plantas automotrices, y es necesario demostrarles que Argentina es el país que tienen que elegir para fabricar”, explicó y concluyó: “Dicen que hay que soñar en grande, pero hay que hacer un esfuerzo. Que sea un sueño no significa que no sea posible”.