El certificado o pasaporte sanitario que prueba la vacunación del ciudadano contra el COVID-19, es un recurso de gestión pública cada vez más implementado por los gobiernos locales y nacionales alrededor del mundo.
A medida que su utilización se extiende, el documento no queda exento de polémicas y discusiones acerca de sus alcances, limitaciones y exigencias. Por eso los estados están elaborando diferentes estrategias para que el pasaporte sanitario sea socialmente aceptado y sirva como un incentivo para la vacunación y como una herramienta administrativa a la hora de elaborar y cumplir protocolos sanitarios.
Por otra parte, la existencia de un pasaporte COVID es un tema de discusión en la comunidad internacional, ya que, más allá de los múltiples usos internos en cada país, se percibe necesario un certificado que sea reconocido mundialmente. Con un documento que centralice todos los certificados de vacunación nacionales y sea seguro para los datos personales, se fomentaría el turismo internacional y el mundo volvería a encaminarse a la conectividad que supo tener antes de la pandemia.
En este contexto, el 6 de septiembre el gobierno argentino, a través de la Secretaría de Innovación Pública, anunció que la credencial digital de vacunación de la app Mi Argentina será el documento oficial de viaje para acreditar la vacunación contra el COVID-19 recibida en el país y estará disponible en español y en inglés.
A partir de esta decisión, el Ministerio de Relaciones Exteriores se comunicó con Consulados y Embajadas argentinas en el exterior para que transmitan la información a cancillerías y autoridades de cada país.
Al mismo tiempo, se les solicitó información acerca de sus modelos de credencial de vacunación con el objetivo de avanzar en la verificación de la documentación de los extranjeros que quieran ingresar a Argentina. Aunque todavía no se requiere ningún certificado de vacunación para ingresar al territorio nacional, sino test PCR.
Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recientemente consideró que los certificados o pasaportes de vacunación no deberían ser un requisito para viajar, ya que una exigencia de ese tipo debería existir dependiendo de la situación sanitaria de cada país al momento de recibir turismo.
Sin embargo, la OMS está trabajando en un certificado digital inteligente que sirva para llevar un registro mundial de vacunados. Pero éste no sería un requisito para viajar sino que estaría orientado a la realización de diagnósticos sanitarios y al análisis del avance de la vacunación y sus obstáculos.
Ejemplos de pasaportes sanitarios en el mundo
Israel, debido a su acelerada campaña de vacunación, fue el primer país en adoptar en febrero un pasaporte sanitario llamado “Pase Verde”, que habilitaba a los vacunados a participar de eventos culturales y deportivos.
Este permiso fue dejado de lado en junio por la alta proporción de gente vacunada pero fue retomada debido a la nueva alza de casos con la variante Delta del COVID-19.
Por otra parte, la Unión Europea (UE) es el único ejemplo en donde un mismo certificado de vacunación es reconocido en un grupo de estados que lo desarrollaron después de acordar en conjunto su función y características.
Después de un amplio debate, el 9 de junio el Parlamento Europeo aprobó el Certificado Covid Digital que habilita a la ciudadanía a viajar dentro de la Unión Europea sin restricciones.
En este sentido, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) propuso que el certificado europeo se tome de referencia mundial para certificados de vacunación digitales.
La IATA presentó en noviembre de 2020 su aplicación IATA Travel Pass, que reúne toda la información necesaria para los viajeros en una plataforma, incluidos todos los certificados de salud pertinentes. Algunas aerolíneas como Emirates ya comenzaron a realizar pruebas pilotos con este desarrollo.
Por su parte, Francia, uno de los estados europeos, fue el primero de la UE en exigir una tarjeta sanitaria de validez interna a los ciudadanos que quisieran ingresar a establecimientos gastronómicos, deportivos y culturales, generando polémica y varias marchas en contra de esta medida, que fue dispuesta para incentivar la vacunación de sectores escépticos.
En tanto que en EEUU, todavía no hay consenso a nivel nacional para la aplicación de un pase sanitario interno que restrinja libertades de acceso a establecimientos. Por eso diferentes estados y organizaciones privadas están ofreciendo incentivos económicos y hasta becas universitarias o entradas a espectáculos para persuadir a las personas de que se vacunen contra el Covid-19.