La Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM), presentó un proyecto para impulsar la compra de taxis que utilizan hidrógeno renovable o verde como fuente de energía. La idea es que estos vehículos comiencen a reemplazar de forma progresiva a los taxis tradicionales, que utilizan combustibles fósiles y son mucho más dañinos para el ambiente.
El proyecto se propone llegar a la cifra de 1.000 vehículos de hidrógeno verde para 2026 y requerirá de más de 100 millones de euros de inversión para el desarrollo de la infraestructura y la adquisición de los vehículos.
Los taxis de hidrógeno verde serán ofrecidos a los taxistas a un precio competitivo en relación a los tradicionales y se espera que éstos comiencen a inclinarse progresivamente por los beneficios que un vehículo de este tipo presenta.
La propuesta se apoya en los objetivos de mejorar la calidad del aire y eliminar progresivamente la huella de carbono así como el de posicionar a Madrid como una ciudad pionera en la implementación de soluciones sostenibles en el ámbito de la movilidad pública.
De esta iniciativa también forman parte las empresas Madrileña Red de Gas, Fotowatio Renewable Ventures (FRV), Toyota España, Grupo Ruiz y PwC y cada una desarrollará distintas funciones.
Madrileña Red de Gas y FRV se encargarán de desarrollar la infraestructura de producción renovable y recarga, además de suministrar el hidrógeno a la flota de taxis.
Por su parte, Toyota España será el proveedor de los vehículos con su Toyota Mirai. La tecnología de este modelo utiliza el hidrógeno para generar electricidad y tiene una autonomía de 600 km, similar a la de un vehículo convencional.
En tanto que Grupo Ruiz, una empresa especializada en movilidad urbana, aportará sus conocimientos en la materia y PwC brindará sus servicios de consultoría y asesoramiento legal y fiscal.
Cómo funciona un vehículo de hidrógeno verde
En primera instancia, el hidrógeno puede denominarse como verde si fue generado con una energía renovable -especialmente energía eólica o solar- a partir de la descomposición del agua en oxígeno e hidrógeno.
Cuando es cargado en el vehículo, el hidrógeno verde entra en contacto dentro de una pila de combustible con oxígeno que ingresa desde el exterior y generan una reacción química que produce electricidad. La electricidad es conducida hacia el motor eléctrico que proporciona el desplazamiento del vehículo. El único subproducto de este proceso es el agua que se expulsa por el caño de escape. Allí reside en parte su gran valor en limpieza ambiental.
Por último, el proyecto prevé la construcción de un electrolizador de al menos 10 MW alimentado por una planta solar fotovoltaica de 20 MW para asegurar el suministro de hidrógeno verde, con posibilidad de escalar la producción en base a la demanda.