Sin duda la adopción de nuevas tecnologías se esta convirtiendo en un elemento crucial en la gestión de las ciudades y las constittuye una herramienta facilitadora de procesos. Con un papel cada vez más preponderante, este desarrollo ha empezado a ofrecer soluciones innovadoras a la hora de que los gobiernos nacionales, provinciales y municipales opten por implementarla para resolver cuestiones derivadas del transporte, administración y gestión de residuos, entre otras.
Cientos de ciudades se han catalogado como inteligentes por la aplicación de tecnologías disruptivas y digitalización a estos procesos, aunque muchas de ellas han fracasado. Años y años de evolución permiten a los funcionarios tener a su disposición un amplio abanico de opciones para mejorar la vida y entornos de sus ciudadanos.
Lo cierto es que estas experiencias han marcado el camino y han puesto a disposición de los gobiernos y funcionarios una serie de medidas aplicables. Ya sean sistemas o softwares de código abierto como también la implementación de maquinaria inteligente que realice los procesos por los humanos.
Uno de estos ejemplos, quizás el más destacado en cuanto a la urbanización, es el de Hangzhou (China), donde se implementó el sistema “City Brain” que ha obtenido un reconocimiento internacional. Se trata de una metrópolis que cuenta con 9 millones de personas y era, hasta antes de la implementación de este moderno sistema, la ciudad más congestionada de China.
Esta plataforma consiste básicamente en la capacidad de coordinar y gestionar más de 1.000 señales de tráfico en toda la ciudad. Eso incluye el GPS de los autos y del transporte urbano, que está siendo gestionado constantemente a través de cámaras de video inteligentes que permiten reordenar el tráfico y así evitar, por un lado la concentración de la combustión, mientras que por el otro reducir la cantidad de accidentes de tránsito.
Cabe mencionar que es la Inteligencia Artificial (IA) lo que moviliza este sistema mediante el cual se ayuda a administrar y registrar infinitas cantidades de datos que son procesados en algoritmos específicos en computadoras diseñadas para eso. Luego, son enviados a los sistemas de la ciudad que tiene la capacidad de analizarlos y tomar decisiones en tiempo real.
Mediante esta tecnología, el gobierno municipal puede obtener secuencias y alarmas de accidentes y embotellamientos para poder tomar cartas en el asunto. Ya sea alertar a la policía u hospitales, como desviar el tránsito a rutas alternativas.
Por esta razón es que se lo bautizó como Big Brother (Gran Hermano), en alusión a la capacidad que tiene de observar todo en tiempo real y tomar decisiones que permitan mejorar la calidad del tránsito y, por ende, del aire en las ciudades.
Actualmente el sistema lleva dos años de funcionamiento y los resultados han sido tan positivos que diversos municipios orientales se han puesto en coordinación con Hangzhou para implementar este sistema. De momento son unas 23 ciudades las que han establecido el City Brain como gestor de tráfico.
Desde la empresa impulsora de este sistema aseguraron que, gracias a City Brain, los vehículos pueden circular un 15% más rápido con menores detenciones, lo que acelera el tránsito y asegura menos embotellamientos. Además, se detectaron un 92% de los accidentes mejorando considerablemente los tiempos de respuesta de los servicios de emergencia, algo que permite salvar cientos de vida por la rápida acción.
Otro dato relevante es que ya no es necesario que haya instructores de tránsito buscando a los infractores, ya que son las propias cámaras de video las que detectan las faltas en tiempo real. De esta manera, el Gran Hermano permite mejorar considerablemente el tránsito de las ciudades, no solo acelerando los traslados, sino efectivizando la capacidad del gobierno de dar respuesta ante situaciones de emergencia e incluso persecuciones. Se espera que para el 2025 este sistema se extienda en diversos municipios de Europa y Asia. ¿Te gustaría que se implemente el Big Brother en tu ciudad?