Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

Serán manejados a control remoto y tendrán cámaras térmicas y panorámicas para poder observar todo tanto de día como de noche. La idea es poder hacer un seguimiento de sospechosos y sus posibles rutas de escape.

Con la llegada de la nueva década se ha comenzado a implementar nuevos dispositivos inteligentes o robots capaces de resolver distintas tareas cotidianas o específicas facilitando el proceso de trabajo. Ya sea desde aquellos bots capaces de envasar productos de una fábrica como aquellos capaces de realizar una vigilancia para la policía, entre otros fines. 

No caben dudas de que la implementación de la tecnología en las cuestiones más prácticas, donde años atrás nadie pensaba que una máquina pudiera suplantar el trabajo humano, ha permitido ciertos avances es pos de aumentar la eficiencia de los procesos brindando información exacta o con un pequeño márgen de error. 

Esto fue lo que comenzó a suceder de manera ininterrumpida en distintos sectores como por ejemplo la seguridad. Se han visto, durante los últimos años, decenas de drones, robots y sistemas de cámara inteligente que permiten patrullar de una manera eficaz, dejando todo registrado e identificando, por medio de cámaras y sensores, actitudes indeseadas en los ciudadanos. 

En este caso, la ciudad de Luxemburgo, capital del país con el mismo nombre,  se han empezado a implementar una serie de robots de vigilancia que, al mismo tiempo que permite registrar los movimientos de los ciudadanos, es un riesgo menos para aquellos oficiales que tienen que arriesgar su vida en las calles del mundo. 

Esta iniciativa es parte de la estrategia de la empresa de seguridad Luxecurity Luxmurg S.A, quien ha diseñado en conjunto con Argus, un robot inteligente de vigilancia y que fue bautizado por el nombre S5.2. 

Este bot está equipado con una cámara de calor PTZ, otras seis cámaras panorámicas que permiten una vigilancia continua y sin puntos ciegos. 

Por medio de estas cámaras, los oficiales, desde sus oficinas, pueden detectar personas y hasta poder seguir su ruta. Además, al contar con cámaras térmicas, la eficacia en la noche de este tipo de vigilancias es alta comparado a otras cámaras de vigilancia. 

Sin embargo, este patrullaje no está preseteado o determinado por el propio robot, ya que no tiene la capacidad de moverse por sí mismo. Para ello es necesario manejarlo por control remoto. 

Este punto, si bien parece ser una contra a la labor que realizan, significa un trabajo articulado entre el bot y los oficiales de policía. De esta manera, el miedo que precede a la utilización de tecnología y a un posible reemplazo de la mano de obra humana, queda descartado. 

La tarea de estos oficiales básicamente será controlar el trabajo de los bots en las áreas más peligrosas de la ciudad. Esta labor traerá aparejado un aumento de sueldo y una experiencia innovadora en las fuerzas de Luxemburgo. ¿Te gustaría que tu ciudad tenga robots policías?

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