El acceso al agua como fuente indispensable de la vida y elemento básico para el desarrollo económico y social, implica que los recursos hídricos juegan un rol clave para el bienestar de la población, el crecimiento inclusivo y la reducción de la pobreza, al producir un impacto positivo en la seguridad alimentaria y energética, la salud de las personas y la preservación del ambiente. Por ello, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) plantea en el punto 6 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) la necesidad de garantizar el acceso a Agua limpia y saneamiento para todas las personas, realizando inversiones adecuadas en infraestructura, proporcionando instalaciones sanitarias y fomentando prácticas de higiene.
En nuestro país, en base a estimaciones del Ministerio de Obras Públicas de la Nación, en el año 2019 el 12% de la población no contaba con acceso a agua por red y el 37% no tenía cloacas. Para abordar esta problemática en la Provincia de Buenos Aires – donde habitan más de 16 millones de personas – dialogamos con Guillermo Jelinski, titular de la Subsecretaría de Recursos Hídricos, dependiente del Ministerio de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense.
Jelinksi es Ingeniero Hidráulico y Civil, Maestrando en Evaluación Ambiental de Sistemas Hidrológicos y Magister en Ecoauditorías y Planificación Empresarial del Medio Ambiente. Asimismo, cuenta con una extensa trayectoria en la gestión pública y en el sector privado, ligada fundamentalmente a la gestión y aprovechamiento del agua.
- ¿Cuáles fueron las principales problemáticas que se encontraron al iniciar la gestión en la provincia en relación al agua, fundamentalmente en el ámbito urbano?
Uno de los primeros problemas que nos encontramos fue la cantidad de obras paradas. Más de 250 obras paradas en el Ministerio de Infraestructura. Una deuda superior a los $ 12.000 millones de pesos con proveedores, de la cual muchas eran obras de saneamiento, de agua y cloacas y otras pluviales.
La necesidad de llegar con agua a muchas localidades del interior de la provincia es imperiosa. Sobre todo con cloacas, donde encontramos la mayoría de las plantas de tratamiento de efluentes que no estaban funcionando, que estaban “bypasseadas”, hubo que ponerlas en marcha de nuevo.
El otro problema que nosotros detectamos es la falta de un plan más amplio de agua y cloacas como se había hecho en otros años. Recuerdo cuando se hizo el Plan Maestro Sanitario de Agua y Cloaca para todo el conurbano bonaerense que se trabajó desde este Ministerio y la Universidad Nacional de La Plata. Había un bosquejo de plan importante hecho desde el Sindicato de Obras Sanitarias, el SOSBA, pero que nunca lo llevaron adelante en los 4 años de gestión pasada. Así que la situación que encontramos fue bastante grave.
Con orden directa de nuestro gobernador Axel Kicillof y del Ministro para con la Subsecretaría de tener que poner en marcha todas las obras hidráulicas de saneamiento y de agua potable, licitar todas las que tuviéramos en carpeta, trabajar con los 135 municipios y avanzar en un programa para desarrollar obras importantes para tratar de llegar al 100% de agua y 70% de cloacas al final de un quinquenio.
Esto quedó desarrollado dentro de un plan, segundo plan quinquenal digamos que habría en la Provincia de Buenos Aires, o tercero si se quiere, después del Plan de Perón no había otro plan pensado así. Hoy la provincia cuenta con ese plan y dentro del mismo está toda la problemática definida, y cuáles son los procedimientos y pasos que habría que dar para lograr estos objetivos de porcentajes de cobertura del servicio.
- ¿Y el comienzo de la pandemia cómo impactó en su labor?
Sí, lo otro que nos complicó mucho fue el inicio de la pandemia apenas iniciamos la gestión, donde la gente se quedó mucho más en las casas y consumió más agua. Porque era lo que decíamos, que el agua era un bien necesario para luchar contra este flagelo. Con lo cual empezamos a trabajar rápidamente en reactivar obras que estaban detenidas, que tenían que ver justamente con esto de llevar agua potable a todas las casas. Por suerte con mucho trabajo, nunca se paró la obra pública.
Las obras en marcha y el rol de las tecnologías
Jelinski es consciente de que el rol que debió afrontar tras la asunción de Axel Kicillof como Gobernador no es simple: Buenos Aires es la principal provincia del país por su centralidad geográfica, económica y demográfica, y ello implica importantes problemáticas en torno a la contaminación de las industrias y a la falta de acceso a servicios básicos, no solo en asentamientos y barrios precarios del conurbano sino además en el interior.
- ¿Qué obras se están llevando adelante para mejorar el acceso al agua y promover el cuidado de este recurso en la provincia?
Estamos trabajando con mucha cantidad de obras, hemos licitado muchísimas obras de agua y cloacas. Se le prestó singular atención a dos lugares que estaban muy comprometidos: Región Capital (La Plata, Berisso y Ensenada); Región Patagónica (Bahía Blanca, Villarino, Carmen de Patagones), y toda la zona aledaña que están con una situación grave de falta de agua, de no inversión durante muchísimos años.
“Estamos desarrollando obras importantes para llegar al 100% de agua y 70% de cloacas al final de un quinquenio en la Provincia de Buenos Aires”
Pusimos en marcha las grandes obras de la cuenca Río Luján, que estaban paradas. También las obras del Río Reconquista que estaban menos del 30% del uso del crédito después de varios años, y ya vamos a ejecutar casi el 30% entre este año y el que viene para ya solicitar la última parte del crédito. Las obras del Salado, que estaban en menos del 9% y que estamos en el 72%.
Estamos buscando obras en otros frentes, para lograr llegar a todos los municipios de la provincia con obras de agua, de cloacas, de saneamiento, tal como nos pidió el Gobernador Axel Kicillof y nuestro Ministro Leo Nardini. Nosotros entendemos que la política sanitaria es una política social y esto no representa un gasto sino una inversión social.
- ¿Cómo influyen las nuevas tecnologías en la gestión del agua? ¿Qué soluciones tecnológicas se están implementando en la gestión del agua?
El uso de las nuevas tecnologías se aplica a la reutilización de agua tratada. En este sentido estamos trabajando en un proyecto para Bahía Blanca, de reutilizar el agua de los afluentes cloacales tratados para que puedan ser utilizados en la industria y derivar el agua que va a la industria para su potabilización y distribuirla entre la comunidad.
Además estamos trabajando en las tecnologías más blandas: estudios, profundización en la formación, capacitación, mejora en el fortalecimiento de las instituciones pero también en la medición y el monitoreo. No se pueden gestionar recursos que no se conocen, sino sabemos cuánta agua subterránea tenemos, o en los ríos.
Este planteo es muy complejo porque sin muchos años en los que no se hace estas cosas en la provincia, que no hay desarrollos, y la provincia y los consumos han crecido mucho. Las nuevas tecnologías de explotación de los recursos también hacen que se consuma más: el riego, las canalizaciones; la gestión de las cuencas, la gobernanza, todo esto es muy necesario si queremos cuidar un recurso que cada vez está más comprometido, es más difícil de tratar y es más costoso.
La puesta en marcha de los comités de cuenca y la formación de estos comités es fundamental, porque nosotros vimos que muy pocos municipios de la provincia tienen gente capacitada en la gestión y cuidado de los recursos hídricos y en esto de hacer sustentables todos los desarrollos. Así que la formación para nosotros pasa a ser un eje fundamental en esto de la protección de los recursos también.
- A un nivel más “micro”, ¿Qué acciones se llevan adelante desde la Subsecretaría en materia de saneamiento?
Dentro del Plan Maestro de la Subsecretaría que definimos para la gestión de cuatro años, tenemos un programa que tiene como objetivo limpiar 1000 km de arroyos. Estamos limpiando muchísimo y yo creo que vamos a llegar. Estamos haciéndolo de dos formas: con una limpieza estructural en los lugares que necesitamos maquinaria muy grande, muy pesada, arroyos y cauces que no se limpian hace muchísimos años y le damos capacidad de drenaje.
Y también a través de un plantel muy grande de cooperativas con las que tenemos alrededor de 70 convenios. Limpian arroyos internos, canales internos, zanjas importantes dentro de lugares sobre todo de difícil accesibilidad. Esto nos está dando grandes resultados. Las cooperativas están trabajando en prácticamente todo el conurbano, en localidades del interior, cuenca Luján también. Así estamos resolviendo la red de drenaje más fina que es tan importante como la red gruesa, porque de qué sirve tener limpio el gran canal si están tapados los pequeños cauces. Este programa, además de dar trabajo genuino, consideramos que es fundamental. Las cooperativas son una herramienta invaluable en el trabajo de la red hidráulica fina.
El agua, elemento central para la vida
Durante el diálogo, Jelinski nos planteó su mirada respecto al recurso hídrico y también compartió las experiencias que se vienen desarrollando en materia de capacitación en la materia. Entre ellas se destaca el curso online «Uso y preservación para la conservación del recurso hídrico en la educación agraria», realizado en escuelas agrarias de Hurlingham, Marcos Paz y Mercedes, que tuvo su cierre recientemente a través de una actividad presencial. Mediante esta experiencia piloto se trabajó junto a docentes y alumnos en nociones ligadas a la concientización sobre el cuidado del agua.
- ¿Cuál es la concepción en relación al agua como recurso desde la actual gestión?
Para nosotros el agua tiene una concepción universal. La Subsecretaría está planteando un plan para el uso responsable del agua, para el desarrollo sustentable, teniendo como eje principal que el agua es fuente de vida, de salud, de soberanía y de desarrollo. Sobre esas 4 pautas principales y tomando el agua como un recurso natural, donde no es solamente un uso económico de sobreexplotación. El agua es un bien ecosistémico, donde el hombre es parte, no es el todo.
- En materia de concientización sobre el cuidado y uso racional del agua, ¿qué acciones de capacitación se vienen llevando adelante desde la Subsecretaría?
Nosotros hemos planteado distintos ejes de trabajo bien concretos: uno es la cultura del agua, llevarle a la gente lo que es el cuidado y la sustentabilidad del recurso. Otro es la formación en relación a la cultura del agua y el trabajo, que es justamente capacitar tanto a los agentes internos – necesidad de fortalecer institucionalmente a las organizaciones, a los municipios, al propio Ministerio – pero también a la ciudadanía, en el uso racional del agua.
Estamos trabajando básicamente en varias líneas pero en una que es la principal para nosotros que es el Programa Educagua, que se sustenta en distintas líneas, desde la Autoridad del Agua que es una de las áreas de nuestra Subsecretaría, desde la Dirección de Monitoreo Hídrico, que tiene la coordinación de todos estos sistemas de capacitación, trabajando con instituciones como Inteligencia Natural que es un capacitador que ha sido contratado para que forme a formadores.
Hoy estamos trabajando con las distintas cuencas del Río Reconquista, del interior, para formar profesores y docentes de nivel primario para que puedan ser los replicantes, junto con los chicos que son los verdaderos replicantes finales de esta mirada.