Por Lic. Silvina Miguenz
El sector turístico enfrenta un doble desafío en la actualidad: readecuarse a las condiciones que impone la nueva normalidad, pero a su vez hacerlo en el marco de un pasaje hacia una actividad más sostenible. Es por ello que se consolidan nuevos debates en el sector que involucran a los principales actores (empresas, gobiernos y otros agentes turísticos) y promueven un mayor compromiso en relación al ambiente. En ese sentido, el rol del plástico descartable (también denominado plásticos de un solo uso) es clave, tanto por la incidencia que tiene en esta actividad, como por su potencialidad para constituirse en un caso testigo del proceso de reconversión y cambio de hábitos.
En esta nota repasaremos estadísticas relevantes sobre el plástico en general, mitos relacionados a este producto y una breve síntesis de su incidencia en el sector turístico, que permitirán entender el rumbo de la acción internacional que se está gestando y sus impactos inmediatos y futuros.
El plástico en números
Algunas cifras alarmantes dan cuenta de la importancia de incorporar buenas prácticas de consumo libres de plásticos descartables:
- Por minuto se compran 1 millón de botellas de plástico a nivel mundial. Una botella tarda más de 500 años en descomponerse.
- 8 millones de toneladas de plástico acaban en los océanos cada año. En Argentina, el 97% de las tortugas marinas atendidas en la Fundación Mundo Marino tiene plástico en su estómago o intestino.
- Solo se recicla el 9% del plástico del mundo.
- La descomposición de los plásticos bajo la exposición solar puede liberar metano, uno de los gases de efecto invernadero (GEI) más potentes que aportan al calentamiento global.
Si bien los plásticos descartables siempre han sido una preocupación, el Covid-19 trajo aparejado un impacto sobre las tendencias existentes respecto a su producción, uso y descarte dado que los elementos de protección personal están hechos, en su mayoría, de materiales plásticos de un solo uso. En este sentido, se estima que cerca del 75% del plástico generado por la pandemia como mascarillas, guantes y botellas de desinfectante para manos se convertirá en desechos que llegarán a vertederos y mares.
Dos mitos frecuentes sobre el plástico
Es importante no demonizar al plástico, pero tampoco subestimar su impacto. Y aquí dos mitos frecuentes sobre este tema:
(i) El problema es el plástico.
Falso. No demonicemos al plástico. El problema NO es el plástico, sino el uso excesivo que hacemos con el mismo y lo que hacemos con él. Es importante que como consumidores nos responsabilicemos del consumo y tomemos conciencia de la problemática, con el fin de incorporar mejores hábitos que nos permitan reducir el consumo de plásticos de un solo uso y su descarte.
(ii) El plástico no representa un problema porque puede reciclarse.
Falso. No subestimemos el impacto del plástico. NO todos los plásticos son fáciles y/o posibles de reciclar. Existe un código internacional que distingue 7 tipos de plástico según su composición y cada tipo tiene un proceso de reciclaje diferente y no todos son fácilmente reciclados. Incluso, más allá de que algunos tipos de plástico pueden reciclarse fácilmente como el PET (♻️1), la producción de plástico requiere el uso de recursos naturales NO renovables como el carbón, el gas natural y el petróleo.
Estos dos mitos nos invitan a recordar la regla de las 3Rs: reducir, reutilizar y reciclar. Su orden no es aleatorio dado que es estrictamente necesario priorizar la reducción del consumo.
El uso del plástico en el sector turístico y un nuevo camino a recorrer
La pandemia de Covid-19 supuso un gran desafío en lo que respecta al uso responsable del plástico en muchos destinos y empresas turísticas dado que los productos plásticos de un solo uso se han convertido en una forma eficiente y económica de cumplir con los requerimientos definidos en los protocolos de salud, seguridad e higiene, y así ofrecer a los turistas experiencias seguras.
Por tanto, todos los subsectores turísticos son relevantes cuando se trata de abordar la contaminación plástica. Veamos algunas cifras:
- En los hoteles, el 32% de los plásticos de un solo uso corresponden a botellas de agua, el 31% a artículos de tocador, 15% a bolsas, 9% a envases de alimentos, 3% a vasos, 4% a film transparente, 3% a otros envases diversos, 1% a cubiertos y sorbetes; y un 1% a pequeños productos alimenticios.
- Según el Censo de Basura Costero Marina del año 2019, el 80% de los residuos encontrados en las playas bonaerenses son plásticos. Los tipos de contaminantes más encontrados fueron: colillas de cigarrillo (27,3%), fragmentos plásticos (20,6%), telgopor (8,6%), envoltorios plásticos (8,1%), botellas y otros envases (6,9%), bolsas plásticas (6,2%) y tapitas (6,2%).
- Las iniciativas voluntarias del sector turístico vinculadas a la reducción de plásticos de un solo uso se vinculan especialmente a la prohibición de uso de sorbetes y artículos de tocador en miniatura (amenities).
Entendiendo entonces la importancia de reducir el consumo de plástico en el sector turístico, especialmente frente a los desafíos que la pandemia Covid-19 supone para ello, es importante llevar adelante iniciativas e incorporar buenas prácticas para fomentar turismo libre de plástico.
Para promover el turismo sostenible en tiempos de pandemia, debemos ser conscientes de la problemática que implica la contaminación plástica a nivel planetario e incorporar buenas prácticas que nos permitan reducir el aporte del sector. Y en este sentido, toda la cadena de valor del sector turístico puede tomar medidas para reducir el consumo y la generación de residuos plásticos; e incluso también los viajeros.
Pero más allá de la visión circunstancial que impone la nueva normalidad, este nuevo enfoque debe trascender y solidificar el rumbo a largo plazo. En esta lógica es importante el camino que se ha iniciado recientemente para fomentar la transición hacia un turismo sostenible. La Organización Mundial del Turismo (OMT) y el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) han puesto en marcha la Iniciativa Mundial sobre Turismo y Plásticos (Global Tourism Plastics Initiative – GTPI), que promueve el compromiso de empresas, gobiernos y otros agentes turísticos para que se conviertan en caso testigo de transformación hacia una economía circular vinculada a un uso responsable del plástico.
De esta manera se promueve que las organizaciones turísticas tiendan hacia 2025 a la eliminación de envoltorios y artículos de plástico problemáticos o innecesarios; al pasaje de modelos de un solo uso a modelos de reutilización o alternativas reutilizables; al incremento en la cantidad de contenido reciclado de todos los envoltorios; a la colaboración e inversión para incrementar los índices de reciclaje y compostaje para los plásticos; y a informar públicamente todos los años sobre los progresos realizados para alcanzar estos objetivos, entre otras cuestiones. Ya más de un centenar de empresas importantes se adhirieron y seguramente se seguirá incrementando el número.
Esto empezará a ser visible en la actividad turística en aspectos como la introducción de soluciones reutilizables en áreas de servicio como las bolsas de lavandería, vasos y bolígrafos; la sustitución de botellas de plástico y envases de los cepillos de dientes, cotonetes y otros productos de higiene personal por alternativas más sostenibles; o bien el uso de dispensadores de champú o jabón recargables para evitar los paquetes individuales. Asimismo, se promoverá el involucramiento de los huéspedes en la mejora de su impacto ambiental, por ejemplo, ofreciéndoles bolsas reutilizables para la compra de comestibles o promoviendo acciones de voluntariado vinculadas al medio ambiente, por citar algunos casos posibles.
En síntesis, el sector Turismo ya está en el medio de un proceso de transformación importante e ineludible, que llegará a todos los rincones del planeta. La única diferencia previsible por zonas geográficas será el ritmo de adopción.
La autora es Licenciada en Turismo (Universidad Nacional de Lanús) y Especialista en Gestión Integral de Proyectos (Universidad para la Cooperación Internacional de Costa Rica -UCI). Docente y especialista en Turismo & Sostenibilidad.