Son la representación digital de un producto o servicio para predecir y evaluar su correcto funcionamiento antes de la aplicación y, quizás, uno de los avances más importantes de la última era. Los principales gobiernos del mundo ya empiezan a ver con buenos ojos su implementación.
La ciudad norteamericana pretende usar una réplica digital de sí misma para mejorar la movilidad y la planificación urbana y reducir las emisiones contaminantes.