La creciente expansión del sector inmobiliario en ciertas provincias argentinas plantea interrogantes sobre su impacto en las comunidades indígenas. En un contexto donde la retórica del reconocimiento cultural coexiste con acciones que amenazan las raíces ancestrales, es imperativo cuestionar el equilibrio entre desarrollo inmobiliario y preservación cultural.
La desarrolladora inmobiliaria más grande de Argentina, propiedad del grupo que lidera Eduardo Elsztain, logró un acuerdo con el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la construcción del ambicioso proyecto inmobiliario está más cerca, después de 20 años de espera.