Muchos movimientos iniciados en Europa se han distribuido a lo largo y ancho del planeta y con el tiempo, han llegado a convertirse en costumbre. Sin embargo, no se trata de Halloween, sino del “Car-free Day” -o día sin auto-, que por primera vez en la historia argentina se convirtió en ley en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Tal como lo dice el nombre, la iniciativa presentada por la diputada Manuela Thourte del bloque UCR-Evolución, invita a los porteños a no prender los motores el próximo 22 de septiembre para concientizar sobre la necesidad de utilizar transportes con combustibles más amigables para el medio ambiente.
Este movimiento surgió en el año 1994 en Europa, aunque recién para 1998 se convirtió en un evento concurrido a nivel mundial donde las distintas ciudades del mundo buscaban evitar prender vehículos con motor a combustión de carbono.
Algunas de las que participaron en aquella ocasión fueron Reikiavik, en Islandia; La Rochelle, en Francia; y Bath, en el Reino Unido. Este último fue el primero en aplicarlo a nivel nacional.
Si bien el proyecto se aprobó recién este año, en CABA se implementa desde el año 2012 como parte de la “Semana de la movilidad sustentable” junto a otras diversas actividades en la semana del 16 al 22 de septiembre. Una costumbre que por más nueva que parezca ya se celebra en más de 1400 ciudades del planeta. En Latinoamérica los otros países que lo practican son Colombia y México.
La idea de este proyecto, que fue aprobado por una amplia mayoría en la Legislatura porteña (54 votos positivos, una abstención), es lograr un espacio donde se reduzca la contaminación sonora y ambiental, aunque claro, por otro lado el plan es demostrar que existe una movilidad sin la necesidad de utilizar combustibles fósiles.
De hecho hay una marcada tendencia entre los porteños de utilizar más bicicletas, monopatines y, poco a poco, vehículos eléctricos.
Para llevar a cabo el Día Sin Auto, se realizarán cortes de calle en distintos puntos aleatorios de la ciudad, aunque también se propone que esta medida se realice el tercer domingo de cada mes con cortes rotativos.
“Creemos que esta medida está en línea con una necesidad de las grandes urbes de transicionar a medios de transporte más sostenibles, que contribuyan a alivianar el tránsito y a disfrutar plenamente de los espacios públicos”, explicó Thourte con el diario La Nación. Además, explicó: “En ese sentido, el Día Mundial Sin Auto nos permitirá cambiar la imagen de la bici: mucha gente la ve solamente como un medio recreativo, pero es importante tenerla en cuenta como un medio de transporte urbano eficiente y seguro”.