Este dispositivo es más que una simple lámpara; es un testimonio del poder de la innovación y la sostenibilidad. Utilizando agua salada como fuente de energía, este ingenio tecnológico aprovecha la ionización de un electrolito compuesto para convertir el magnesio en electricidad. Con tres módulos diseñados ingeniosamente, la lámpara marina Waterligth puede generar hasta 4,5 voltios de potencia luminosa, proporcionando luz durante 45 días con solo medio litro de agua de mar.