Con una amplia red de transporte público, infraestructura para bicicletas y zonas peatonales, la electrificación de su flota, zonas de bajas emisiones y hasta un túnel urbano verde la ciudad china de Guangzhou (también conocida como Cantón) está demostrando cómo las metrópolis pueden reducir su huella de carbono y mejorar la calidad de vida de sus habitantes mediante políticas innovadoras y sostenibles. Así se convirtió en un modelo de movilidad sostenible en Asia. Conócelo en detalle en esta nota