Un innovador sistema propuesto por el científico Hashem Al-Ghaili plantea reemplazar las cárceles tradicionales con un «castigo mental» programado mediante inteligencia artificial, donde los reclusos experimentan en minutos el sufrimiento de sus víctimas. ¿Podrá este método revolucionario de rehabilitación sustituir al sistema penitenciario actual, o abrirá la puerta a un futuro distópico de control mental?