Desde eventos climáticos extremos (incendios, sequías y más) hasta el preocupante deshielo en los océanos, el 2023 dejó en claro que el cambio climático es una realidad urgente y quedó grabado en la historia como el año con la temperatura más elevada desde que se tiene registro. Aunque los desafíos son enormes, también se vislumbran señales de esperanza en medio de la adversidad