Filadelfia, la ciudad del amor fraternal, enfrenta un oscuro flagelo: el Fentanilo. En medio del barrio de Kensington, la droga ha creado lo que muchos describen como un escenario de pesadilla. Calles llenas de basura, personas que deambulan como zombis en busca de su dosis, y una atmósfera marcada por la desesperación y la adicción. Utopía Urbana estuvo presente allí y te trae algunas sensaciones de este caos urbano.
Pero para eso hay que conocer mejor esta sustancia. El Fentanilo, conocido como la ‘droga zombie’, se ha extendido rápidamente por Estados Unidos, llevando consigo una ola de muerte y devastación. Esta sustancia, hasta 100 veces más potente que la morfina y 50 veces más que la heroína, ha sido catalogada como una “amenaza a la seguridad nacional” por las autoridades. En solo tres años, las muertes por sobredosis de Fentanilo han aumentado en más del 90%, con alrededor de 70.000 fallecimientos solo en 2021 en Estados Unidos, que se siguió firme en los últimos años. Para fines de 2023 se estimaba que morían 9 personas por hora en el país del norte. Tal es su impacto que la Casa Blanca aprobó un presupuesto histórico que supera los US$ 46.000 millones para la lucha contra este flagelo.
Lo que hace al Fentanilo tan letal es su increíble potencia. Este opioide sintético es capaz de aliviar el dolor de manera rápida y eficaz, pero también puede llevar a una sobredosis mortal con una dosis mínima. En el barrio de Kensington, el consumo de Fentanilo se ha convertido en una epidemia, atrayendo a personas sin hogar y adictos en busca de alivio a sus penurias.
La problemática del Fentanilo en las calles de Filadelfia
Foto: Utopía Urbana
DROGAS PARA APAGAR LAS PENAS
Pero el problema no se detiene aquí. Además del Fentanilo, los consumidores de drogas en Kensington también recurren a la xilacina, un sedante veterinario conocido como “tranq”. Esta droga, a menudo mezclada con Fentanilo o heroína, causa daños terribles en el cuerpo, incluida la necrosis y la putrefacción del tejido cutáneo.
El impacto del Fentanilo en Filadelfia, la ciudad otrora conocida por Rocky Balboa, es innegable. Según el departamento de salud pública de la ciudad, el 77% de las muertes por sobredosis en 2021 estaban relacionadas con esta droga y la problemática no se redujo en los últimos años sino lo contrario. El barrio de Kensington, una vez conocido como el “Walmart de la heroína”, ahora se enfrenta a una nueva realidad: el doloroso epicentro de la epidemia de opioides en Estados Unidos.
Reel Fentanilo en Kensington, Filadelfia (EE.UU) – Utopía Urbana
Para Jeffrey Weeks, quien luchó contra la adicción y ahora busca concienciar sobre el peligro del Fentanilo, el regreso a las calles de Kensington fue impactante. Lo que esperaba ser una campaña de sensibilización se convirtió en un recordatorio crudo de la crisis que enfrenta su ciudad y su país. “Hay mucha gente que toma otras drogas que están cortadas con fentanilo, y también le están poniendo tranq a todo eso: El 90% de las drogas analizadas aquí dan positivo en fentanilo y xilacina. Yo solía consumir heroína normal. Cuando entrevisto a la gente, les pregunto si pueden encontrar heroína normal y me dicen que no”, explicó.
El caso de Filadelfia es solo un ejemplo de la magnitud del problema del Fentanilo en Estados Unidos y a nivel internacional. En un contexto de crisis climática y desafíos sociales, enfrentar esta epidemia requiere un enfoque integral que aborde tanto la oferta como la demanda de estas sustancias. La prevención, el tratamiento y la educación son fundamentales para combatir este flagelo y ofrecer un rayo de esperanza en medio de la oscuridad que ha traído consigo el Fentanilo.
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