Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

El proyecto eMOTIONAL Cities, respaldado por fondos de la Unión Europea, utiliza la Inteligencia Artificial y el Big Data para transformar ciudades como Copenhague, Lisboa, Londres y Michigan en entornos emocionales y sostenibles. Con un enfoque único que fusiona urbanismo, neurociencia y ciencia de datos, este proyecto innovador busca comprender y mejorar la salud urbana, marcando el camino hacia ciudades más inclusivas y habitables.

No es ninguna novedad que la Unión Europea es una de las entidades que más impulsa el desarrollo de ciudades inteligentes, sustentables e inclusivas. Y una de las nuevas formas de buscar la mejora en la calidad de vida es aplicando modelos tecnológicos y sobre todo de Inteligencia Artificial a través de lo que denominan Ciudades Emocionales. 

Con el lema de “mejorar la salud urbana” y el objetivo de  promover  interacción entre las personas y los espacios urbanos es que buscan llegar a un mejor bienestar para los ciudadanos. 

En este contexto, el proyecto eMOTIONAL Cities (ciudades emocionales), financiado por la Unión Europea, surge como una iniciativa innovadora para caracterizar los desafíos y desigualdades en la salud urbana. Al emplear tecnologías de vanguardia como la Inteligencia Artificial (IA) y el Big Data, el proyecto se propone mapear ciudades emocionales, marcando un hito en la fusión de urbanismo, neurociencia y ciencia de datos.

Claro que no se trata de ciudades que tengan sentimientos, sino de ciudades íntimamente conectadas a una red de datos que, por medio de sensores inteligentes, brinde la sensación de ser una ciudad que sabe expresar y resolver sus necesidades acorde a los estímulos van sucediendo

El proyecto eMOTIONAL Cities se enfoca en entender y evaluar los resultados de salud en diferentes entornos urbanos, utilizando métodos y herramientas que combinan planificación urbana, diseño, neurociencia y tecnología. Con inicio en el año 2021 y fecha estimada de finalización en 2025, este proyecto se apoya en análisis espaciales de datos sociales y de salud, así como experimentos de neurociencia. A pesar de la brecha en la adopción de tecnologías como la IA y el Big Data en la construcción a nivel nacional, la inversión europea respalda proyectos como Emotional Cities, destacando su compromiso con un urbanismo saludable.

En el ámbito de la construcción, donde la IA y el Big Data aún no alcanzan niveles significativos en España, la Unión Europea apuesta por proyectos como eMOTIONAL Cities. Este enfoque, parte esencial de la digitalización económica mundial, busca obtener datos sustanciales para respaldar la sostenibilidad en la mayoría de los proyectos urbanos. A medida que la tecnología se convierte en una herramienta clave para construir el futuro, la Comisión Europea destaca la necesidad de situar a las personas en el centro de las ciudades, y eMOTIONAL Cities responde a esta demanda.

Copenhaguee:

Copenhague, es una de las principales potencias industrializadas nórdicas y se destaca por su transición hacia una economía de crecimiento verde y su enfoque en tecnologías inteligentes. Con proyectos como smart parking y energy lab, la capital danesa aspira a ser la primera ciudad libre de carbono para 2025 y totalmente independiente de combustibles fósiles para 2050. Copenhague, con su innovación y regulaciones flexibles, se erige como un punto de referencia para la inversión y el desarrollo de un urbanismo inteligente.

Lisboa:

La capital de Portugal, Lisboa, emerge como una ciudad atractiva en diversos aspectos de construcción inteligente, movilidad, energía y servicios inteligentes. Comprometida con la sostenibilidad, Lisboa se enfoca en proyectos de innovación clave, como movilidad, gestión de datos e IoT, y rehabilitación de edificios. La legislación impulsada por la tecnología busca atraer inversores y fortalecer la economía, consolidando a Lisboa como una ciudad inteligente y beneficiosa para residentes y visitantes.

Londres:

Como la capital del Reino Unido, Londres se erige como un centro tecnológico con una rica historia de innovación. Con conectividad de fibra y un sistema de monitoreo del aire “hyper local”, Londres apunta a mejorar la calidad de vida y alcanzar objetivos sostenibles. Además, su infraestructura de transporte inteligente y una plataforma de acceso libre promueven la participación comunitaria y la innovación tecnológica.

Michigan:

En los Estados Unidos, Michigan, con Lansing a la cabeza, se presenta como un centro de innovación y movilidad inteligente. Con un enfoque en la integración de nuevas tecnologías e IoT para mejorar la calidad de vida, Michigan busca atraer empresas y fomentar comunidades sostenibles. Proyectos como Michigan Urban Farming Initiative y colaboraciones en salud inteligente demuestran la ambición de Lansing por ser una ciudad más habitable y sostenible.

De esta manera, con el proyecto eMOTIONAL Cities, la Unión Europea lidera la transformación hacia ciudades emocionales, sostenibles e inclusivas. Con la aplicación de tecnologías avanzadas, el proyecto no solo busca entender la relación entre las emociones y el entorno urbano, sino también mejorar la calidad de vida de los ciudadanos. Las ciudades piloto, Copenhague, Lisboa, Londres y Michigan, representan casos de estudio ricos y diversos en su búsqueda por crear entorn

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