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Acrónimo de Central Argentina de Elementos Modulares, esta estación busca empezar a generar energía limpia y abastecer distintos puntos estratégicos de la industria argentina. Conoce este desarrollo de tecnología nuclear

En un hito histórico para Argentina y un paso significativo hacia la energía limpia y sostenible, el país sudamericano se encamina a completar la construcción de su primer reactor nuclear de potencia, el CAREM

Este reactor modular de baja y media potencia, diseñado y construido íntegramente en Argentina, no solo representa un logro técnico y científico de gran envergadura, sino que también posiciona al país como líder mundial en este segmento clave de la industria nuclear.

El CAREM, acrónimo de Central Argentina de Elementos Modulares, se está construyendo en la localidad de Lima, provincia de Buenos Aires. El edificio que albergará este reactor de vanguardia abarca una impresionante superficie de 18.500 metros cuadrados, siendo aproximadamente 14.000 metros cuadrados destinados al denominado ‘módulo nuclear’. Este sector alberga la contención del reactor, la sala de control y todos los sistemas de seguridad y operación de la central.

La construcción de la obra civil del CAREM comenzó el 8 de febrero de 2014, marcando un hito al convertirse en el primer Reactor Modular de Baja y Media Potencia (SMR) en estar oficialmente en construcción en el mundo. Se estima que esta primera versión del CAREM será capaz de generar 32 megavatios eléctricos, marcando un riguroso estándar de seguridad desde su diseño hasta sus soluciones de alta ingeniería para simplificar construcción, operación y mantenimiento.

Una central nuclear es una instalación que utiliza reacciones nucleares, como la fisión nuclear, para liberar una enorme cantidad de energía en forma de calor. Este calor se emplea para calentar agua y producir vapor de alta presión. El vapor generado impulsa turbinas conectadas a generadores eléctricos, convirtiendo la energía mecánica en electricidad. 

Este proceso de generación de energía eléctrica a partir de reacciones nucleares es una forma eficiente y potente de obtener grandes cantidades de electricidad para alimentar ciudades y regiones. Sin embargo, las centrales nucleares también plantean desafíos significativos en términos de seguridad, gestión de residuos nucleares y preocupaciones sobre la proliferación nuclear, lo que requiere una cuidadosa planificación y regulación.

Lo más relevante de este proyecto es la proyección que tiene para el abastecimiento eléctrico en zonas alejadas de los grandes centros urbanos y en polos fabriles e industriales con alto consumo de energía. Además, se destaca su capacidad para alimentar plantas de desalinización de agua de mar, una aplicación crucial en la actualidad.

Un aspecto a destacar es el fuerte enfoque en la participación nacional en este proyecto. Se prevé que alrededor del 70% de insumos, componentes y servicios estén siendo provistos por empresas argentinas certificadas bajo exigentes estándares internacionales de calidad, bajo la supervisión de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA). Esto demuestra el compromiso del país con el desarrollo interno y la creación de empleo local en un sector de gran relevancia.

En paralelo al desarrollo del prototipo, la CNEA está avanzando en el diseño conceptual del módulo comercial del CAREM, que tendrá una potencia mayor, estimada entre 100 y 120 MWe. Este módulo comercial será la base de una central multi-reactor, permitiendo a Argentina alcanzar costos altamente competitivos en el mercado internacional. Se prevé que la puesta en marcha del prototipo esté estipulada para finales de 2027, marcando un hito en la historia nuclear argentina.

Este logro no solo representa un paso adelante hacia la soberanía y la seguridad energética para Argentina, sino que también tiene un impacto significativo en la economía nacional. Los resultados indirectos ya comienzan a manifestarse en términos de exportaciones, inversiones, conocimiento, desarrollo y un mayor reconocimiento y peso en el escenario geopolítico global. Argentina está dando un ejemplo en el plano internacional de cómo la inversión en tecnologías sostenibles y la apuesta por la energía limpia pueden ser pilares fundamentales para un futuro más prometedor y sostenible.

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