Tokio, la capital de Japón, es una ciudad muy particular. Es una de las urbes con mayor población del planeta y se ubica en el top de las más avanzadas tecnológicamente, lo que le permite dar pasos clave para terminar de consolidarse como ciudad inteligente y avanzar simultaneamente en un complementario enfoque sustentable.
Uno de sus grandes desafíos es cómo afrontar la elevada concentración poblacional, garantizando calidad de vida a sus habitantes. Si bien en su área central cuenta con 14 millones de personas, si se le suma toda su área metropolitana llega a 38 millones de habitantes. Además es reconocida por su arquitectura moderna que le ha permitido sostener un sistema de transporte público eficiente y bien desarrollado incluyendo trenes, buses y taxis eléctricos.
Está claro que esta ciudad es una referencia a seguir en muchos aspectos. Y eso queda reflejado en su excelente ubicación en varios ranking internacionales. Tal es así que es considerada como la ciudad mejor preparada para el futuro según ThoughtLab y la más innovadora del mundo de acuerdo a 2thinknow, pero también está a la vanguardia entre las mejores ciudades para vivir (puesto 2 según Global Finance), como ciudad competitiva (puesto 3 según Global Power City Index) y como ciudad sostenible con calidad de vida (puesto 4 según Cities in motion). Pero, ¿cuáles son los pilares de su estrategia?
Pero en esta nota te contaremos como Tokio ha emergido como uno de los centros tecnológicos más importantes del mundo en las últimas décadas. Conocida por su enfoque en la innovación, la ciudad ha impulsado avances significativos en diversos campos tecnológicos, desde la electrónica hasta la robótica y las telecomunicaciones.
Puntualmente, en este artículo exploraremos cómo la capital japonesa se ha convertido en un epicentro tecnológico, cómo funciona este ecosistema, qué empresas importantes operan allí y cómo se compara con Silicon Valley en términos de similitudes y diferencias.
TOKIO: I+D, ELECTRÓNICA, ROBÓTICA E INTELIGENCIA ARTIFICIAL
Para entrar en el selecto grupo de ciudades tecnológicas, Tokio ha debido invertir en una gran infraestructura tecnológica avanzada, que incluye una amplia red de comunicaciones de alta velocidad y una cobertura de Internet de última generación. Esto ha permitido una rápida adopción de tecnologías emergentes y ha facilitado el desarrollo de nuevas empresas y proyectos.
Sin este tipo de políticas previas, tal como ocurrió en el caso de Silicon Valley, es difícil que se den las condiciones para el surgimiento de estos centros tecnológicos. De hecho, esto generó que la ciudad pueda destacarse por su enfoque en la investigación y el desarrollo (I+D), con una gran cantidad de universidades de renombre y centros de investigación que fomentan la colaboración entre la academia y la industria. Esto ha impulsado el surgimiento de ideas innovadoras y el desarrollo de tecnologías de vanguardia.
Tokio alberga algunas de las empresas tecnológicas más importantes del mundo. Sony, Panasonic, Canon, Toshiba y Nintendo son solo algunas de las compañías con sede en la capital japonesa que han dejado una huella significativa en la industria electrónica pero por sobre todo del área de entretenimiento, siendo líder mundial en algo que ya empezó a dominar el mundo: los E-Sports.
Por otra parte, el país es uno de los líderes del campo de la robótica y la automatización, uno de los ejes centrales de la tecnología del presente y del futuro. Empresas como Honda, Toyota y Softbank Robotics han desarrollado robots avanzados que se utilizan en diversos sectores, desde la industria automotriz hasta la atención médica y la asistencia en el hogar.
Por último, para terminar de comprender la realidad de Tokio a nivel tecnología, es importante conocer que gran cantidad de los avances de la Inteligencia Artificial (IA) se han dado en Tokio, ya que el desarrollo de la misma ha sido uno de los principales ejes de la política japonesa.
Allí se han instalado algunas de las empresas más importantes que han desarrollado las primeras soluciones de IA avanzadas como el reconocimiento por voz, la visión por computadora y la conducción autónoma. Tokio se ha convertido en un centro tecnológico de primer nivel debido a su enfoque en la innovación, su infraestructura avanzada y la presencia de empresas tecnológicas líderes.
Es importante conocer estos casos, ya que se tratan de experiencias que permiten entender cómo es que las políticas públicas y empresarias articuladas pueden convertir ciertas regiones en polos tecnológicos de preponderancia.
La ciudad ha abrazado la robótica, la inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes, posicionándose como un líder en estos campos, demostrando una vez más que no es de la noche a la mañana que un país se erige como una de las potencias a nivel mundial.
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