Pese a que muchas personas atribuyen la adopción de la tecnología en las ciudades del mundo como una consecuencia de la pandemia, nada de eso hubiera sido posible sin la labor de algunos visionarios que empezaron a trazar esta indeleble línea que une la gestión a la innovación.
En Argentina, Lucas Lanza es uno de ellos, quien desde hace veinte años empezó a trabajar para brindar herramientas tecnológicas y digitales que faciliten el trabajo municipal y mejoren la calidad de vida de las personas.
Para ello profundizó sus estudios en Estados Unidos, donde surgió la idea de generar la Fundación Sociedad de Información para las Américas, creada en el año 2003, que tiene como busca incentivar la utilización inteligente de nuevas tecnologías de información y comunicación a través de la innovación en los procesos de diseño, implementación y evaluación de las políticas públicas, acercando la gestión pública a un paradigma basado en la evidencia.
“Esta fundación tiene como objetivo promover el uso de las nuevas tecnologías en el sector público y fue creada hace veinte años por lo que pasaron muchas cosas en el medio”, aseguró el especialista.
Sin embargo, no solo se trata de pensar en ciudades modernas desde la perspectiva científica, sino que el objetivo es conseguir mejorar la accesibilidad a los servicios por medio de la misma. Para ello, en conjunto al trabajo de la Fundación desarrollaron la empresa Smart City Argentina que impulsa que estos proyectos se expandan por el territorio.
En la actualidad han elaborado proyectos en distintos puntos del mundo, pero han centrado su expansión en América Latina, llegando a países como Chile, Perú, Argentina y Colombia. “Como empresa fuimos brindando tecnología y servicios para mejorar las políticas públicas en todos los ámbitos. Hacemos diferentes tipos de proyectos para que el sector público pueda mejorar su acceso a la tecnología”, explicó Lanza.
Fue durante estos años que trabajaron en distintos proyectos que van desde la seguridad, la iluminación, la gestión inteligente y diversas situaciones cotidianas de las ciudades que desembocaron en un sinfín de estrategias tecnológicas e innovadoras que se ajustan a cada municipio.
“De alguna manera buscamos llevar las herramientas tecnológicas para controlar y mejorar la gestión de diferentes programas vinculados a las ciudades, a la salud, al control de epidemias y todo lo que tiene que ver con el control de diferentes programas sociales”, aseguró.
Por esto, en la actualidad se trata de un trabajo que se acopla a las necesidades de cada municipio, donde los propios funcionarios pueden acceder a una carta de soluciones disruptivas que solucionen las problemáticas presentadas.
EXPERIENCIA EN TIGRE
Tras más de diez años en la gestión de tecnología aplicada a las ciudades y al menos cinco de la aplicación del proyecto Alerta que fue entendido como uno de los ejes centrales del progreso de Smart City Argentina, llegó la oportunidad de presentar el proyecto en el municipio de Tigre, donde se generó un efecto bola de nieve que catapultó a la compañía al conocimiento de los demás municipios de Argentina.
“Terminó siendo una política pública insignia del municipio y a raíz de eso el intendente nos invita a trabajar en las diferentes áreas del municipio de manera transversal para empezar a ver cómo de esa manera empezábamos a impulsar esos conceptos tecnológicos”, explicó.
Así fue que desde Smart City Argentina armaron un área dentro del municipio para trabajar esto de manera intensiva y así fue que en el año 2011 se creó la Agencia de Innovación y Tecnología de Tigre: “Tenía rango de secretaría y fue la primera organización que empezó a utilizar el nombre de innovación y no modernización y eso fue un cambio conceptual muy importante porque ya en ese entonces el concepto de moderno estaba un poco obsoleto y atrasado”.
Desde allí se realizaron diversos proyectos, incluyendo las tareas de las antiguas áreas de modernización y le agregaron el trato con el vecino y el acceso a los servicios desde sus hogares. En un contexto donde los trámites conllevan un estrés para los ciudadanos, la aparición de esta compañía con un enfoque práctico comenzó a transformar la relación estado-individuo hacia la independencia y la practicidad.
“Trabajamos con la atención al vecino, los sistemas de calidad e informática, pero básicamente nuestro proyecto era transformar Tigre en una ciudad inteligente que era un proyecto que recién empezaba y por más que ese concepto estaba siendo utilizado en otras áreas nosotros buscamos hacer varios proyectos”, aseguró.
“Fuimos pioneros en crear aplicaciones para smartphones y así conectar a la ciudadanía, todo lo que era el sistema digital estaba bastante afinado y empezamos a trabajar en telegestión de iluminación e integrar distintos sectores vinculados a las cuestiones meteorológicas o climáticas para alertarnos sobre inundaciones o posibles catástrofes”, explicó.
Esto permitió un cambio de paradigma y poder pasar de un método de control a uno de integración y gestión basándose en el concepto de los 360° para mirar a las ciudades y su interacción con los vecinos.
“Básicamente el concepto de Smart City era dejar de pensar en toda esa tecnología aplicada a la seguridad y empezar a pensar en ciudades como un conjunto y que esto empiece a funcionar de manera compartida para otras, por lo que el área de seguridad empezó a compartir sus recursos con control urbano, tránsito, emergencias médicas o meteorología”, explicó.
Esto resultó que en la actualidad no se fije solamente en mejorar un aspecto de su política pública, sino también avanzar en la generación de estrategias que articulen todos los sectores municipales para hacer una estructura integrada e inteligente.
Pero la empresa pudo ir más allá de este caso testigo en el municipio de Tigre y empezar a dar servicios a otros gobiernos locales. Para ello cuenta con una oferta variada de servicios que, entre otras cuestiones, da respuesta a la seguridad, la participación ciudadana, el control de gestión municipal, el control urbano, inspecciones y recaudación.
LOS INICIOS
Trabajar desde hace tanto tiempo en la búsqueda de ciudades inteligentes no solo le da a Lucas Lanza la experiencia y la autoridad en proyectos referidos a la aplicación de la tecnología, sino también una perspectiva de cómo fue sobrevivir a años atrás donde pensar en estos proyectos no tenía el respaldo de la vanguardia existente hoy en día
Veinte años atrás no solamente no existían estos dispositivos, sino que los distintos municipios del país ni siquiera pensaban en avanzar en relación a la implementación de la tecnología para mejorar la eficiencia municipal.
Si bien la pandemia parece abrir un manto modernizador sobre todo el territorio, nada de eso hubiera sido posible sin el trabajo previo de organizaciones como Smart City Argentina o la Fundación de Información para las Américas.
“Cuando empezamos no existían las redes sociales, ni los smartphones, estamos hablando de años donde todavía no había tanta conectividad como la que hay ahora. Fue algo bastante pionero en ese momento”, explicó Lanza a este portal.
Además, para poder avanzar en estas medidas en las ciudades había que convencer a los intendentes que ya en ese momento eran personas “mayores que no tenían nada que ver con la gestión por medio de la tecnología”. De todas maneras, si bien fue una situación compleja para el desarrollo de las ciudades inteligentes en Argentina, no fue un impedimento para el trabajo y la constancia de Lanza.
“Los problemas de las ciudades probablemente sean los mismos, lo que cambiaron fueron las herramientas y en ese momento recién estaban empezando a surgir. Pero hoy en día estamos en una instancia donde eso cambió, no solo por las personas jóvenes en la gestión sino porque la tecnología está en todos lados”, concluyó el director.
Web Smart City Argentina: click
Web Fundación Sociedad de la Información para las Américas: click
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