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Esta isla volcánica rodeada de un mar hostil tiene a la localidad más alejada de otro punto de la Tierra. Se encuentra a 2400 kilómetros de tierra firme y sus desafíos por vivir allí van desde el acceso limitado sin aeropuerto, al alimento, la conectividad y la generación de energía. Solo 250 personas viven allí, todos nativos, salvo 2. Conoce cómo es la vida allí.

Tristán da Cunha o Tristán de Acuña, es un archipiélago británico ubicado en medio del vasto Atlántico Sur, a unos 2.400 kilómetros de la costa de África. En su isla principal se ubica una pequeña localidad conocida como “Edimburgo de los Siete Mares”. Este remoto rincón del mundo se ha ganado el título de ser la ciudad o localidad más alejada del resto del planeta, donde aproximadamente 250 valientes habitantes han hecho de esta isla volcánica su hogar.

Fuente: Getty images 

El primer desafío está directamente en llegar a Tristán da Cunha, lo que no es una tarea fácil ya que, por no contar con aeropuerto, necesitas hacer un largo viaje en barco de 6 días desde Ciudad del Cabo (Sudáfrica) que está a 2400 km. El aislamiento geográfico de Tristán da Cunha es palpable, ya que la isla más cercana, Santa Elena, se encuentra a unos 2.800 kilómetros de distancia, mientras que al punto americano más próximo la separan 3.350 km (Río de Janeiro, en Brasil). A su vez, el acceso a la isla está restringido y requiere un permiso especial, lo que limita considerablemente las visitas turísticas.

Esta isla, raramente habitada, fue ocupada como método de emergencia por primera vez en la era napoleónica. Si bien fue descubierta por el navegante portugues Tristão da Cunha en 1506, no fue posible pisar esta isla hasta casi 150 años después, cuando un primer navío desembarcó allí, aunque recién dos siglos después se estableció el primer asentamiento. 

Desde ese entonces hasta ahora, la vida en Tristán da Cunha es completamente diferente a la de cualquier ciudad o localidad convencional. Con una economía basada principalmente en la pesca y la agricultura, la comunidad es pequeña pero estrechamente unida. Los habitantes de esta isla remota valoran su estilo de vida único y se enorgullecen de su comunidad resiliente.

Pero aquí te contamos otras particularidades de vivir en este recóndito lugar.

Ubicación de Tristán da Cunha

Fuente: Google Map

LOS DESAFÍOS DE VIVIR EN TRISTAN DA CUNHA

La isla tiene 133 mujeres y 112 hombres, es decir, 245 habitantes. Hay una cafetería, un salón para eventos multitudinarios, una oficina de correos y un pub. Seis apellidos dominan la isla: Lavarello, Repetto, Rogers, Swain, Green y Glass, y tan solo hay dos habitantes que no nacieron en la isla, pues se casaron con locales y decidieron quedarse en este recóndito lugar.

Sin embargo, vivir en Tristán da Cunha también presenta numerosos desafíos. Los servicios y recursos son limitados debido a la ubicación remota de la isla. La atención médica es escasa y las emergencias graves requieren evacuación en barco o helicóptero. Aunque la isla cuenta con instalaciones básicas como una tienda, una oficina de correos, una escuela y una iglesia, las opciones de entretenimiento y actividades recreativas son limitadas.

A pesar de las dificultades, los habitantes de Tristán da Cunha se aferran a su sentido de comunidad y preservan sus tradiciones y cultura local. El impresionante paisaje volcánico de la isla, con sus montañas escarpadas y acantilados imponentes, atrae a aquellos que buscan un contacto íntimo con la naturaleza. La vida en esta remota isla ofrece un estilo de vida tranquilo y sencillo, lejos del bullicio y las distracciones de la vida moderna.

El aislamiento de Tristán da Cunha también significa que sus habitantes deben ser autosuficientes y resistentes, ya que no tienen la opción de hacer encargos por Mercado Libre o Amazón y mucho menos tener acceso a muchos de los productos que recorren el mundo. 

Pero esto a su vez desprende en una interesante política energética ya que la isla se ve obligada a generar electricidad a partir de energía eólica y tiene un suministro limitado de agua potable. La adaptabilidad y la capacidad de enfrentar los desafíos cotidianos son habilidades indispensables para aquellos que llaman hogar a este remoto paraíso.

Edimburgo de los 7 mares en Tristán da Cunha

Aunque puede resultar difícil para la mayoría de las personas imaginar una vida tan alejada del resto del mundo, Tristán da Cunha continúa siendo un lugar fascinante y único en nuestro mundo globalizado. Sus habitantes se enorgullecen de su identidad y preservan su herencia en medio del vasto océano. Tristán da Cunha es un recordatorio de la diversidad y la adaptabilidad del espíritu humano frente a los desafíos más extremos que la Tierra tiene para ofrecer.

En la actualidad los riesgos de vivir en esta pequeña isla no están exentos para sus habitantes. El miedo de vivir en una isla volcánica, de levantarse un día tapados por el agua o simplemente perder las cosechas y morir de hambre son algunos de los riesgos latentes, sin embargo, su capacidad de adaptación y la imposibilidad de salir de allí en cualquier época del año les hacen recordar viejos años de la historia moderna. ¿Vivirías allí? 

Video (crédito: Tu Cosmopolis): https://www.youtube.com/watch?v=aDVRcRrkE2c 

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