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Por medio de la reproducción de células animales en biorreactores y la utilización de grasas sintéticas, laboratorios de Estados Unidos han empezado a generar carne industrial sin dañar animales. Ya hay 2 empresas aprobadas para comercializar la carne sintética. Conoce las distintas voces al respecto.

Mucho se ha empezado a hablar del impacto ambiental de la carne y su consumo. No solo por las contras de la industria ganadera a nivel ambiental, sino también por la gran cantidad de agua que se utiliza en el proceso de producción. Sobre este último tema, se estima que para producir una sola hamburguesa se necesitan 2400 litros de agua, mucho más de lo que utiliza una persona en su aseo personal por mes. 

Si bien durante los últimos años ha habido un crecimiento exponencial del vegetarianismo o veganismo a causa de las contras del consumo animal, también han surgido diversas opciones a nivel mundial que pretenden transformar la realidad actual del planeta Tierra. 

Hablamos de la carne cultivada en laboratorio, que ya se encuentra en camino de revolucionar la industria alimentaria, y ha alcanzado otro hito importante. El Departamento de Agricultura de los Estados Unidos anunció que el pollo cultivado en laboratorio no solo es seguro para el consumo, sino también legal para su venta. Esta decisión marca un gran paso para la industria de la carne cultivada, que ha estado avanzando gradualmente desde la creación de la primera hamburguesa cultivada en 2013.

Para entender mejor lo que significa «cultivada», debemos comprender el proceso. La carne cultivada en laboratorio comienza extrayendo células del tejido de un animal, ya sea de cerdo, vaca, pollo, pescado o cualquier otro animal que los humanos consideren apetecible. La extracción de células no daña ni mata al animal. 

Estas células se mezclan con una combinación de nutrientes, oxígeno y humedad dentro de biorreactores de acero inoxidable. Imitando el entorno dentro del cuerpo de un animal, los bioreactores se mantienen a una temperatura cálida y las células se dividen, multiplican y maduran. 

Una vez que alcanzan la madurez, se cosechan de los biorreactores, se refinan y se moldean en un producto final utilizando técnicas como la cocción por extrusión, la moldura o la impresión en 3D, y se les puede agregar grasa artificial.

“En lugar de dedicar tanta tierra y tanta agua a alimentar a los animales que serán sacrificados, podemos hacer algo distinto”, comentó Josh Tetrick, cofundador y director general de Eat Just, operadora de Good Meat.

FUTURO DE LA CARNE ARTIFICIAL

En los Estados Unidos, hay 2 empresas que producen carne cultivada, ambas con sede en California. Upside Foods (anteriormente conocida como Memphis Meats) fue la primera en recibir una carta de la FDA que certifica que su pollo cultivado en laboratorio es seguro para el consumo. La otra empresa es Good Meat.

En 2021, Upside Foods abrió un centro de ingeniería, producción e innovación de 53.000 pies cuadrados en Emeryville, California. La empresa planea producir 50.000 libras de carne al año inicialmente, con la intención de aumentar gradualmente la capacidad a más de 400.000 libras al año.

«GOOD Meat ha dado un paso crucial en su proyecto para llevar la carne cultivada a los consumidores estadounidenses. Nuestra misión de construir un sistema alimentario más saludable, seguro y sostenible continúa adelante», ha afirmado la compañía tras obtener la autorización GRAS (Generally Recognized as Safe) 

Good Meat recibió la misma aprobación de la FDA en marzo. Están construyendo una planta de demostración en Singapur y anunciaron el año pasado planes para construir una instalación a gran escala en los Estados Unidos con una capacidad de producción anual de 30 millones de libras de carne. 

Good Meat fue en realidad la primera empresa en el mundo en comercializar carne cultivada, y su pollo llegó al mercado de Singapur en 2020. En los Estados Unidos, planean lanzar su pollo cultivado en un restaurante de Washington DC propiedad del famoso chef José Andrés.

En un principio, los consumidores podrán probar el pollo de Upside Foods en un restaurante exclusivo en San Francisco, dirigido por un chef con estrellas Michelin. Sin embargo, lograr que la gente se emocione por probarlo podría presentar un desafío. La Associated Press llevó a cabo recientemente una encuesta sobre el tema en colaboración con el Centro NORC de Investigación de Asuntos Públicos. La mitad de los adultos estadounidenses mostraron poca o ninguna disposición a comer carne cultivada en laboratorio, diciendo que es poco probable que lo prueben principalmente porque «solo suena raro» o porque no creen que sea seguro.

Por eso mismo, desde los laboratorios creen que hay que educar a los consumidores sobre cómo se produce la carne cultivada en laboratorio para  que sean más receptivos a probarla. Sin embargo, este no es el único obstáculo que la industria debe superar. Recientemente, ha sido objeto de críticas, ya que los escépticos señalan los altos costos de los productos, los problemas de escalabilidad y las limitaciones biológicas. Un estudio encontró que la carne cultivada en laboratorio podría ser 25 veces peor para el planeta que la carne de animales de granja.

Aunque existen críticas, el hecho de que la carne cultivada en laboratorio haya llegado hasta este punto demuestra que hay esperanza en ella. Aunque aún falta tiempo para que podamos ir al supermercado y llevar a casa un paquete de pollo que no haya requerido que ningún animal muera, ese futuro ahora está más cerca que nunca. ¿Vos la comerías? .

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