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Conoce el caso de esta isla danesa que aspira a reutilizar o reciclar el 100% de sus residuos para el año 2032. En 15 años pasó de perder población y tener bajo crecimiento económico, a ser una referencia ambiental a seguir. Ya reciclan el 39% de sus residuos. Además buscan ser neutral en CO2 para 2025, convertirse a fuentes de energía verde y expandir las tierras agrícolas orgánicas de la isla. Acá te lo contamos en detalle

El mundo se enfrenta a una de las crisis ambientales más importantes y críticas de toda su historia. El modelo productivo actual ha colapsado y con él empezaron a caer también algunos de las viejas creencias para decantar en un paradigma ambiental y sustentable. 

En ese sentido, es que muchas ciudades, articulando entre gobiernos, sociedad civil y empresas, han empezado a trabajar en la temática de la gestión de residuos, no solo separando en origen, sino estableciendo una serie de políticas que buscan apelar al contagio. 

Para contextualizar sobre esta problemática, el caso del plástico es un ejemplo claro, en la segunda edición del informe Plastic Waste Makers Index, compilado por la asociación sin fines de lucro Minderoo Foundation, determinaron que el mundo generó 139 millones de toneladas métricas de desechos plásticos de un solo uso en 2021, lo que representa 6 millones de toneladas métricas más que en 2019, cuando se publicó el primer índice. Pero el problema es aún más amplio e involucra a todos los residuos generados.

Para dar respuesta a esta problemática es que repasaremos el caso de la isla de Bornholm, perteneciente a Dinamarca, que busca convertirse en un ejemplo de sustentabilidad, ambientalismo y reciclaje con su promesa de reutilizar o reciclar el 100% de sus residuos para el año 2032.

Se trata de una isla, situada en el mar Báltico, que para finales del siglo XX enfrentaba a numerosos problemas como el éxodo de su población, el incremento del desempleo y la falta de crecimiento económico. Pero en los últimos 15 años esa realidad cambió trascendentalmente, a partir de un nuevo enfoque ambiental que la sitúa como caso de éxito y en la actualidad ya han logrado reciclar el 39% de sus recursos, lo que la sitúa en una posición destacada en términos de gestión de residuos. Es que han implementado un enfoque integral que incluye la recolección selectiva de residuos y el fomento de la economía circular. Y van por más.

La isla ha invertido en infraestructuras para el reciclaje, incluyendo plantas de tratamiento de residuos y un centro de clasificación avanzado. Además, se han tomado medidas para promover la conciencia pública sobre la importancia de la gestión sostenible de los recursos.

Por otra parte, con el objetivo de avanzar en la reutilización de los recursos reciclados elaboraron un laboratorio de innovación circular, donde se están probando nuevas soluciones y tecnologías para cerrar el ciclo de vida de los materiales. Esto incluye proyectos de reutilización y reciclaje de diversos tipos de residuos, como plásticos, metales y materia orgánica.

La isla también ha establecido asociaciones con empresas y organizaciones para fomentar la colaboración en la gestión de residuos, llevando a cabo campañas educativas. Asimismo, han implementado incentivos para fomentar la participación de la comunidad, por lo que se ha convertido en un ejemplo para otras regiones y ciudades que buscan soluciones sostenibles para la gestión de residuos. 

Su enfoque integrado y compromiso con la economía circular demuestra que es posible lograr un futuro más limpio y reutilizable, lo que han sostenido  para lograr su objetivo de convertirse en una isla libre de basura mediante la reutilización y el reciclaje del 100% de sus residuos para el año 2032.

MENTALIDAD ISLA VERDE

Desde hace ya algunos años la exigencia de los vecinos con lo ambiental se ha logrado hacer realidad en el municipio, donde han adoptado una estrategia de “’Isla verde brillante’ para posicionarse como líder en desarrollo sostenible, con el objetivo de ser neutral en CO2 para 2025, convertirse a fuentes de energía verde y expandir las tierras agrícolas orgánicas de la isla.

Durante ese tiempo se enfocaron en la generación de energía alternativa, el cierre de los basurales a cielo abierto “Como pionero en este tipo de área, puede beneficiarse de la financiación para el desarrollo de fuentes nacionales e internacionales como la UE”, añade. “Como último jugador, se beneficia de todas las pruebas y errores que se han llevado a cabo anteriormente, y la tecnología es mucho más barata de implementar. Estar en el medio campo es el lugar realmente pesado para estar. Para nosotros, la decisión de ser los pioneros aquí no fue difícil”, dice Jens Hjul-Nielsen, CEO de BOFA, la empresa de gestión de residuos de la isla y arquitecto clave detrás de la visión libre de basura.

Para ello han aprendido a separar los residuos en más de 6 categorías y buscan ampliarlo a 12 en los próximos años. Pero esto solo en los hogares, ya que en los centros de reciclaje se separan en 40 distintos tipos de plásticos. Sin embargo no fue todo tan simple, ya que le llevó años a los funcionarios poder convencer a las personas de la importancia. Pero gracias a las charlas educativas y las campañas de concientización la sociedad se inclinó por el cambio de hábitos. 

Por otra parte, hay alrededor de 20 puntos de carga, aunque la electromovilidad no ha dado una explosión ya que la realidad del país no le permite avanzar hacia la compra de vehículos eléctricos a gran escala, sin embargo están empezando a administrar la energía y almacenarla en baterías para luego ser utilizada y evitar los combustibles fósiles. 

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