Argentina: Se aprueba la estrategia de Desarrollo Resiliente con Bajas Emisiones a Largo Plazo al 2050

Que el mundo está enfrentando grandes desafíos a nivel climático no es una novedad. Pero frente a esto se vienen consolidando esfuerzos en todo tipo de niveles para dar respuestas efectivas. Con una lógica mancomunada, desde Estados, organizaciones, empresas y hasta la propia sociedad civil buscan estrategias con visión de largo plazo. Y en ese sentido, siguiendo la lógica de acuerdos internacionales, en particular el rol de los gobiernos constituye una de las vías clave para promover la triple agenda ambiental (acción climática, el desarrollo sostenible y la conservación de la biodiversidad), entre otras cuestiones.

En el caso de la acción climática, desde que entró en vigor en 2016, el Acuerdo de París fue firmado por 194 partes (193 países y la Unión Europea) y buscó definir patrones de comportamiento para las naciones, las cuales empezaron a definir compromisos y plazos en materia ambiental. En el caso de Argentina ahora apareció una novedad: presentó su primera Estrategia de desarrollo resiliente con bajas emisiones a Largo Plazo (ELP) a 2050, reforzando el compromiso del país con la acción climática —definida nacionalmente como política de Estado—, con la CMNUCC (Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) y con la implementación de los objetivos del Acuerdo de París (AP).

Tal como explicita en la misma: “la presente estrategia debe entenderse como un instrumento de la política climática nacional, que profundiza y da continuidad a los esfuerzos iniciados por la República Argentina en su Segunda Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC, por sus siglas en inglés), del año 2020, y su correspondiente actualización de la meta de mitigación, en el año 2021”.

ENTENDIENDO LOS COMPROMISOS

Mediante las Leyes Nº 24.295 de 1993 y Nº 27.270 de 2016, la República Argentina aprobó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y el Acuerdo de París, respectivamente.

El Acuerdo de París tiene como objetivo reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y mitigar los impactos del cambio climático, mientras que la Convención Marco de las Naciones Unidas tiene como objetivo lograr la estabilización de las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a un nivel que impida interferencias antropógenas peligrosas en el sistema climático.

Asimismo, en Argentina la Ley de Presupuestos Mínimos de Adaptación y Mitigación al Cambio Climático Global (Ley N° 27.520) establece los presupuestos mínimos de protección ambiental para garantizar acciones, instrumentos y estrategias adecuadas de adaptación y mitigación al cambio climático en todo el territorio nacional. Además, el Decreto Reglamentario N° 1030/2020 define a la Estrategia a largo plazo como el “conjunto de acciones de mitigación y de adaptación realizadas a largo plazo para un desarrollo resiliente al clima y con bajas emisiones de gases de efecto invernadero”. En este sentido, a través de la Resolución 218/2023 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, se aprobó la “ESTRATEGIA DE DESARROLLO RESILIENTE CON BAJAS EMISIONES A LARGO PLAZO AL 2050” (en adelante, “ELP”).

La ELP se enmarca en el artículo 4, párrafo 19 del Acuerdo de París, el cual sugiere a las Partes “esforzarse por formular y comunicar” sus estrategias a largo plazo “tomando en consideración sus responsabilidades comunes pero diferenciadas y sus capacidades respectivas, a la luz de las diferentes circunstancias nacionales”. Sumado a ello, la ELP debe entenderse como un instrumento de la política climática nacional, que continúa los esfuerzos iniciados por la República Argentina en su Segunda Contribución Determinada a Nivel Nacional (NDC) del año 2020, y su correspondiente actualización de la meta de mitigación, en el año 2021.

En ese sentido, vale aclarar que las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) son los compromisos asumidos por los países que forman parte de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y que deben llevar a cabo para intensificar sus acciones contra el cambio climático, ya sea para reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (acciones de mitigación) o para adaptarse a los impactos producidos por ese fenómeno (acciones de adaptación). Las contribuciones de cada país son establecidas en función de sus circunstancias nacionales y sus respectivas capacidades.

DETALLES DE LA ESTRATEGIA DE DESARROLLO RESILIENTE CON BAJAS EMISIONES A LARGO PLAZO

Algunas de las metas de la ELP consisten en “Establecer las líneas de acción estratégicas a mediano y largo plazo, así como los instrumentos de política que crearán las condiciones necesarias para su implementación, en pos de un desarrollo donde las diferentes problemáticas socioeconómicas y socioambientales, así como las líneas de acción a largo plazo, se aborden de forma sistémica”. Asimismo, la República Argentina se compromete a:

Hacer esfuerzos en pos de alcanzar la neutralidad en emisiones de GEI para el año 2050. La meta se alcanzará mediante la reducción progresiva de las emisiones de GEI y la promoción y fortalecimiento de los sumideros.
Disminuir las vulnerabilidades mediante la mejora de las capacidades institucionales y el fortalecimiento de las infraestructuras y servicios, y aumentar la capacidad de adaptación de los sistemas productivos.
Fortalecer la resiliencia de los diferentes sectores sociales, económicos y ambientales, a través de medidas que integren y prioricen las comunidades y grupos sociales en situación de vulnerabilidad e incorporen el enfoque de género y la equidad intergeneracional.
Generar las condiciones necesarias para aumentar el conocimiento y mejorar la percepción de los argentinos frente a los impactos del cambio climático, promoviendo el cambio cultural hacia una ciudadanía responsable, participativa e involucrada que permita responder solidariamente al desafío urgente de proteger el planeta.

Por último, la Resolución 218/2023 creó el “PROGRAMA NACIONAL DE ESCENARIOS DE LARGO PLAZO”. El objetivo general del mismo consiste en “Diseñar y consolidar un espacio de articulación y unificado que nuclee a todos los actores involucrados en una actualización de la Estrategia de Desarrollo Resiliente con Bajas Emisiones a Largo Plazo a 2050 a partir de un proceso de participación ciudadana e institucional, involucrando diversos sectores productivos, económicos, sociales, gubernamentales, de investigación y ciencia, entre otros”. Entre los objetivos específicos, se encuentran:

Diseñar e implementar herramientas institucionales que den lugar a un proceso de planificación estratégica participativo formalizando la implementación del programa de trabajo enmarcado en el Gabinete Nacional de Cambio Climático (GNCC).
Impulsar la acción y planificación de políticas climáticas nacionales a través de acuerdos institucionales de largo plazo con solvencia técnica y científica.
Construir de manera coherente, consolidada y amplia una actualización de la Estrategia de Desarrollo Resiliente con Bajas Emisiones a Largo Plazo a 2050, impulsando el compromiso y adecuación de los diversos sectores y actores de la economía y del país.
Establecer los lineamientos generales de largo plazo que seguirá el país de manera transversal e integrada a fin de hacer frente a los desafíos que presenta el cambio climático.
Impulsar acciones de largo plazo tendientes a aumentar la capacidad de adaptación, fortalecer la resiliencia y disminuir la vulnerabilidad en los distintos gobiernos locales y sectores sociales, económicos y ambientales ante los efectos adversos del cambio climático.
Consolidar un mapeo de actores clave para el diseño de una actualización de la Estrategia de Desarrollo Resiliente con Bajas Emisiones a Largo Plazo a 2050.
Elaborar modelos, escenarios y trayectorias viables de largo plazo con enfoque sectorial estratégico asociado a diversas temáticas entre ellas energía, agricultura, silvicultura y otros usos de la tierra, industria y producción, transporte, economía, para alcanzar las metas definidas.
Impulsar un proceso de análisis técnico que permita fortalecer el enfoque de adaptación en modelos, escenarios y trayectorias de largo plazo de manera transversal.
Fortalecer técnicamente el análisis de sumideros para escenarios de largo plazo.
Generar instrumentos de diseño e implementación de los diferentes escenarios que se consoliden, incluyendo el análisis de costos y posibilidades de financiamiento para su implementación.
Diseñar un proceso de monitoreo, evaluación y revisión de una actualización de la Estrategia de Desarrollo Resiliente con Bajas Emisiones a Largo Plazo a 2050 y de los instrumentos asociados para su cumplimiento, particularmente los ciclos de las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional y el Plan Nacional de Adaptación y Mitigación de Cambio Climático.
Incentivar acuerdos políticos, sociales, sectoriales e institucionales de largo plazo en el marco del esquema de gobernanza del Gabinete Nacional de Cambio Climático.
Profundizar los principios rectores definidos en la Estrategia de Desarrollo Resiliente con Bajas Emisiones a Largo Plazo a 2050 presentada en el año 2022.
Promover y generar el fortalecimiento de capacidades de los diferentes actores gubernamentales, sociedad civil, y sectores involucrados en el desarrollo de los escenarios de largo plazo.
Generar propuestas de fortalecimiento de la legislación y normativa asociadas a la acción climática de largo plazo.
Diseñar una estrategia de sensibilización y comunicación del proceso de elaboración de escenarios de largo plazo, para concientizar e incentivar a la población en la temática, e incentivar la participación de la sociedad civil en todo el proceso.