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Unas 150 ciudades españolas de más de 50 mil habitantes deberán generar espacios ZBE en sus centros para disminuir las emisiones generadas por su transporte. A partir del 1 de enero de 2023 habrá sanciones más duras a quienes no cumplan. Esperan impulsar la electromovilidad.

Con el objetivo de avanzar hacia la descarbonización con el impulso de la red de movilidad eléctrica, España renovó la ordenanza que regula las Zonas de Bajas Emisiones (ZBE) y agregó medidas estrictas sobre el funcionamiento de las mismas. Unas 150 ciudades del país se adhirieron y se encuentran desarrollando estrategias de descarbonización. 

Las ZBE aparecieron en la actualidad como una gran opción para acelerar la transición de las grandes ciudades a la descarbonización. Por medio de esta medida los gobiernos del mundo buscan poner impuestos a aquellos vehículos de combustión interna que circulen por las zonas céntricas, mientras que eximen de aquellos a las opciones descarbonizadas. 

 El primer objetivo es el de regular los vehículos más contaminantes, ya sea del transporte público o los de uso particular. Para ello no solo se impulsa, desde hace varios años, la llegada al mercado automotriz de vehículos eléctricos, sino que además varios países han comenzado a aplicar una especie de tributo especial a aquellos que más combustión generen. 

Dentro de esta búsqueda, hay zonas en las que directamente no se permiten emisiones, reconocidas como Zonas de Cero Emisiones, donde solo pueden circular vehículos eléctricos o con pilas de combustible hidrogenado. 

Distinto pasa en las ZBE, donde la idea es generar una especie de circulación híbrida, ya que son conscientes de la dificultad de alcanzar la totalidad de vehículos sin motor a combustión y la necesidad de que pase el tiempo hasta completar aquella transición. 

PROYECTO DE LEY Y APLICACIÓN 

Es tal la obsesión del gobierno español en articulación con la Unión Europea (UE) que ha avanzado más rápido de lo esperado por muchos municipios del territorio. La no flexibilidad de los funcionarios a la hora de extender el tiempo de su vigencia ha hecho que muchas de estas ciudades intensifiquen los esfuerzos. 

Son unas 150 ciudades las que disponen de más de 50 mil habitantes y tal como lo exige la ley, junto a los territorios insulares “deben adoptar antes de 2023 planes de movilidad urbana sostenible que introduzcan medidas de mitigación que permitan reducir las emisiones derivadas de la movilidad”

Además también, para emparejar algunas cuestiones, han realizado estudios ambientales que indican que hay ciudades de más de 20.000 habitantes que superan los valores límite de contaminantes regulados, por lo que aquellas también han sido añadidas  a la lista. 

“Se entiende por Zona de Baja Emisión el ámbito delimitado por una Administración pública, en ejercicio de sus competencias, dentro de su territorio, de carácter continuo, y en el que se aplican restricciones de acceso, circulación y estacionamiento de vehículos para mejorar la calidad del aire y mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero, conforme a la clasificación de los vehículos por su nivel de emisiones de acuerdo con lo establecido en el Reglamento General de Vehículos vigente”, explicaron en el cuerpo de la ley. 

Las ZBE han de ser proporcionales en extensión al conjunto de la ciudad, y aquellas de mayor área pueden incluir varias ZBE.

De esta manera, los gobiernos incluyen distintas estrategias relacionadas a la disminución de las emisiones como por ejemplo peatonalizar algunas avenidas, como también prohibir en determinadas regiones la utilización de vehículos de combustión interna. 

De esta manera no solo logran reducir la contaminación del smog y el material particulado suspendido en la atmósfera, sino que también orientan la búsqueda a estrategias que permitan mejorar la calidad acústica de las personas. 

Además, desde la Unión Europea persiguen el objetivo de la electromovilidad, por lo que también mechan estas estrategias con algunos puntos de carga y los primeros vehículos eléctricos. Pero eso es parte de una estrategia integral que ha permitido diversos casos de financiación. El plan de recuperación que otorga financiación directa es un claro ejemplo, como también los subsidios brindados por Transporte. 

Una de las obsesiones del gobierno español es además la reducción de la utilización del transporte privado. Entienden que de esta manera muchas personas que se movilizan por los mismos sectores o hacen recorridos similares podrían hacerlo de manera grupal y unificar los gastos y así reducir la huella de carbono. 

Por esta razón hay diversas campañas de concientización sobre la utilización de la bicicleta, como así también la creación de bicisendas en las zonas céntricas. Además, algunas ciudades españolas ya han implementado el transporte público eléctrico para reducir aún más la cantidad de emisiones. 

Esto se ha visto directamente impactado en el paisaje de las ciudades, que han cambiado largas filas de tránsito atascado por colectivos llenos o gente viajando en monopatines y bicicletas. 

Las motos eléctricas son también un componente de importancia en este capítulo de la transición, ya que ofrecen, a relación precio-calidad ,una oportunidad económica de traslados eléctricos dentro de las ciudades pequeñas. 

Este tipo de transporte se lleva el  primer puesto en la carrera hacia la electromovilidad. Las estadísticas indican que la venta de vehículos de 2 y 3 ruedas, principalmente motos y monopatines, superó los 276 millones de ventas en el mundo en todo el 2021, lo que simboliza el 42% de las ventas totales.

Por otra parte, también endurecen los castigos por encima del doble de lo que costaban. Hasta el 31 de diciembre de 2022 la multa en un lugar como Barcelona, por ejemplo, es de € 90 , mientras que a partir del 1 de enero de 2023 será de € 200. 

Europa, decisión descarbonizante

Tal como lo expresó en su nota de opinión la experta en movilidad sostenible y directora de la Revista City Motion,  Mayte Rodriguez, muchas de estas acciones dependen de la iniciativa gubernamental que presenten los altos funcionarios municipales. 

“Europa, ha puesto el foco en no ser tan dependientes del petróleo, en buscar un sustituto razonable y capaz de abrir un futuro más sostenible”, avisó la experta quien además destacó las distintas iniciativas europeas en relación a esta cuestión .

Por otra parte, el desarrollo en torno a la electricidad es para Rodriguez “el gran abanderado de nuestra década”, pero inclusói así aún “no se desarrolla al ritmo que los políticos europeos quieren, a pesar de los fondos económicos que se generan para su impulso, como los Next Generation, así como las múltiples ayudas de los gobiernos para la electrificación de los parques automovilísticos”, explicó. 

De esta manera, por medio de la acción política impulsada por el gobierno español como también por la Unión Europea, buscan endurecer el camino de acción para conseguir en 2030 la descarbonización de toda la flota público-privada de esa región. ¿Crees que llegarán?

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