Impulsar medidas ambientales es algo que no puede esperar. Mitigar el Cambio Climático es una obligación de la sociedad civil, pero principalmente de quienes deben tomar decisiones. Eso lo saben muy bien desde la municipalidad de Ticino, un pueblo de la provincia de Córdoba (Argentina) que ha empezado a trabajar en la gestión ambiental de sus recursos. Conoce en esta entrevista cómo.
Como ocurre en casi la mayoría de los pequeños municipios del país, reducir y administrar los residuos es uno de los cambios más rotundos y contundentes que se pueden realizar. Gestionar el plástico, separar lo orgánico para compostaje y, por último, llevar estos residuos a los puntos de reciclaje que se encuentran cercanos, son algunas de las actividades más comunes.
La pandemia de Covid 19 fue sin dudas un antes y un después en esto. No solamente por la concientización de la importancia de cuidar el ambiente y así evitar futuras catástrofes, sino por la cantidad de tiempo disponible que tuvieron las personas que se vieron obligadas a trabajar y permanecer en sus casas.
En este caso, el municipio de Ticino, no fue la excepción sino que siguió la regla. Ubicado en el noreste de la provincia de Córdoba, cuenta con una pequeña localidad que no supera los 2.500 habitantes y sus principales actividades económicas son la agricultura y ganadería, siendo los principales cultivos la soja, el maíz y el maní. Pero eso no los detuvo para instalar la agenda verde en la gestión.
Pablo Margiaria, Secretario de Gestión y Comunicación del municipio, dialogó en exclusiva con Utopía Urbana y comentó sobre la necesidad de avanzar en políticas climáticas y ambientales que permitan mejorar la calidad de vida de los Ticinenses.
“La cuestión climática es lo que se viene en cuanto a las necesidades del mundo de poder aportar algo para dejar la veta más sustentable. Tenemos el deber y la obligación para hacer las cosas bien a futuro”, expresó el especialista quien avisó que se encuentran “muy comprometidos con la gestión”.
-¿Cómo llevan la gestión ambiental desde el municipio?
La cuestión climática es lo que se viene en cuanto a las necesidades del mundo de poder aportar algo para dejar la veta más sustentable. Tenemos el deber y la obligación para hacer las cosas bien a futuro. Que haya un mundo que ha sido demasiado devastado y nunca es tarde para volver a empezar. Estamos muy comprometidos con la gestión. Un ejemplo es la industria que transforma la cáscara de maní en energía por la generadora de hidromasa.
“En el último año empezamos a profundizar el reciclado tratando de poner a disposición la mayor cantidad de opciones de reciclaje posible de una manera que no le complica la vida al vecino”
Ellos tenían un problema que era la basura y lo lograron poder transformar en energía reemplazando el problema energético que tenemos acá porque sufrimos de mucho microcorte. No solo es la visión local del municipio, sino también una visión comunitaria. Las primeras acciones eran separar botellas plásticas en canastos, era lo único que hacíamos, con un canasto distribuido en el pueblo. En el último año empezamos a profundizar el reciclado tratando de poner a disposición la mayor cantidad de opciones de reciclaje posible de una manera que no le complica la vida al vecino. Estos cambios de hábitos son difíciles de tomar, cuesta tiempo empezar a trabajar con el reciclaje. Si te pido que saques 3 bolsas separadas cuesta, por eso profundizamos las botellas plásticas aumentando la cantidad de canastos y agregamos latas, aluminios, tetra y aerosoles. Además pusimos otros canastos para el vidrio, de esta manera concentramos todo este tipo de materiales.
A su vez, mediante una cooperativa de un grupo de chicas comenzamos a separar el cartón, entonces, el cartón y el papel son separados los mismos días de recolección y por la mañana se recolecta residuo domiciliario y por la tarde papel. Queremos dar la mayor cantidad de opciones posibles para que puedan reciclar. En cada comercio del pueblo la gente puede llevar sus pilas.
También estamos empezando con el chipeado de poda forestal, cuando comenzaba la poda no se llevaba el predio. Tenemos un basural a cielo abierto que queremos dejar de enviar la basura allí y queremos empezar a procesar todo.
-¿Cómo articulan con la Red Argentina de Municipios Contra el Cambio Climático (RAMCC)?
Con lo que es la RAMCC, más allá de lo que es reciclaje es un trabajo mucho más integral y completo. En 2020 empezamos a formar parte y estamos trabajando en nuestro plan de acción ambiental y creemos que lo vamos tener aprobado por la RAMCC y esto nos va a indicar otras acciones que tenemos que trabajar para remediar ciertas cuestiones.
En cuanto a lo que es energético empezamos a trabajar para renovar al 100 % la luminaria LED de parques, plazas. Todos los espacios municipales tienen energía LED. El dispensario, el municipio, el hogar de día. Hicimos un plan de arbolado que se llama un habitante por un árbol, y la intención es que cada uno se dedique a un árbol. Quien quiera puede donar un árbol, quien no lo pueda donar lo puede cuidar, quien no lo pueda hacer puede ir un día a plantar.
La idea es que nos comprometemos a hacer una forestación. Uno no puede llevar adelante una forestación si no puede llevar adelante el cuidado. Hemos superado la meta que era llegar a los 3 mil árboles.
-¿Qué trabajos han realizado articulando con la Red?
El trabajo de la RAMCC es muy integral, desde los riesgos climáticos de grandes pedradas o inundaciones, ver que parte se inunda cuando llueve, la verdad es que no tuvimos estos problemas, tampoco de grandes tormentas. El trabajo más arduo que tenemos es en relación a los residuos y a los efluentes cloacales. En una primera etapa era hacer la red y luego hacer un tratamiento a través de piletones.
“Queremos abarcar la mayor cantidad de materiales reciclados, queremos inaugurar un punto verde en la esquina más importante del pueblo para recibir materiales como el telgopor que no lo estamos trabajando”
Hoy tenemos el 80 % del pueblo conectado y no tenemos donde tratar esa agua. En cuanto a lo que es residuos es el próximo desafío que ya venimos trabajando desde hace rato separando lo que es residuos, plástico, cartón, poda, papel y también venimos haciendo un convenio con la fundación botellas de amor por lo que somos un punto de acopio de la fundación.
Tuvo muy buena aceptación por parte del pueblo. Se incorporó a un colegio primario para poder canjear estas botellas por un juego primario y lo terminamos adoptando nosotros y después hicimos el convenio con la fundación para trabajar en conjunto. Queremos abarcar la mayor cantidad de materiales reciclados, queremos inaugurar un punto verde en la esquina más importante del pueblo para recibir materiales como el telgopor que no lo estamos trabajando.
Queremos que la gente pueda ver el proceso que tienen los materiales del reciclaje que realizan y vean que sirve esta iniciativa. Queremos empezar a recibir el aceite vegetal y necesitábamos un espacio para trabajar.
-¿La pandemia fue un motor impulsor de estos cambios?
La pandemia hizo crecer mucho el reciclaje con esto de la botella de amor que hacen ecoladrillos, la gente se tomaba la molestia de meter los papelitos dentro de las botellas. Para aprovechar y esto y facilitar todavía más el reciclaje de estos materiales vamos a poner una prensa a disposición de esto y vamos a empezar a mandar, además de los ecoladrillos, fardos de plástico recolectado para que aquellas personas que no quieren tomarse el trabajo de meter los plásticos en botellas puedan darnos el plástico. Siempre buscándole la vuelta para que sea de la mejor forma para el vecino.
-¿Han logrado impulsar la Economía Circular (EC) por medio del reciclaje?
La pandemia fue un empuje interesante porque también desde la casa se ponía a probar distintas cosas y nos dio el lugar a difundir un poco la parte de reciclaje. de momento solo nos juntamos y nos llevamos a otro lugar. Es algo que hemos planteado la llegada de la Economía Circular.
“La idea es profundizar cada vez más el reciclaje de casa, fomentar el compostaje que es lo que más nos puede llegar a costar que la gente adopte”
No sería muy descabellado llevarlo adelante desde lo económico pero el problema más complicado es el recurso humano. Nos cuesta mucho conseguir gente que perdure en el tiempo para la separación y el mantenimiento de la planta de reciclaje. Entonces preferimos, al menos en esta instancia que estamos fomentando la mayor cantidad de reciclaje posible, seguir trabajando de esta manera. Quiero remarcar el trabajo de lograr el posible cierre de nuestro basural a cielo abierto. Hace 111 años la basura termina en el mismo lugar. Cerrarlo va a ser un hito histórico. Son un conjunto de un montón.
La idea es profundizar cada vez más el reciclaje de casa, fomentar el compostaje que es lo que más nos puede llegar a costar que la gente adopte y después bueno, en esta primera instancia se va a hacer prensado de los residuos y se va todo a relleno sanitario. A futuro queremos mejorar y hacer alguna línea de selección previa en la misma planta. Vamos a ir viendo según como se vayan dando.
Ticino es otro de los municipios argentinos que empiezan a sumarse a la gestión ambiental de las ciudades. Con el objetivo de avanzar hacia urbes más sustentables que puedan brindar una mejor calidad de vida y un entorno más saludable a sus habitantes han empezado el camino de ida hacia la transición ecológica. ¿Tu municipio está haciendo algo al respecto?