Hacia ciudades inteligentes,
sustentables e inclusivas.

En diálogo con Utopía Urbana, el Director de la ONG, Lucas Puente detalló el trabajo por el que personas con discapacidades intelectuales son incluídas en la currícula universitaria. Además, los estudiantes deben realizar como complemento charlas ambientales en empresas.

La llegada de las ciudades inteligentes y sustentables no solamente han impulsado la mejora en la calidad de vida de las personas, sino también ha profundizado  una temática de vital importancia para las urbes del futuro: la inclusión social

Eso lo saben muy bien desde Cascos Verdes, una ONG que tiene como objetivo darle oportunidades de estudios universitarios a aquellas personas con discapacidades intelectuales

Con programas en más de siete universidades del país y con alumnos virtuales de distintos países, Cascos Verdes se ha erigido como la única alternativa para aquellas personas para las que no hay un sistema estatal ni privado articulado que permita su inclusión en las aulas. 

“La persona con discapacidad intelectual tiene valor, potencial y la capacidad de dar y generar valor agregado, concreto, real y medible”, explicó el Director de Cascos Verdes, Lucas Puente en exclusiva a Utopía Urbana. 

El hombre además profundizó sobre los prejuicios a los que estas personas deben medirse día a día y a la falta de inversión pública en esta temática. Allí es donde aparece la organización que busca incentivar la inclusión social de aquellos ciudadanos con capacidades distintas.

Con más de 170 alumnos inscriptos en los planes en distintos puntos de Argentina, Chile, Austria, Suiza y México, la organización ha demostrado una creciente explosión en su iniciativa y es cada vez más recibida en diversos lugares del mundo. 

Además de la oportunidad de cursar en la universidad también buscan que los egresados organicen charlas ambientales en empresas. De esta manera se da una doble articulación: la militancia activa por el medioambiente y la caída de cientos de prejuicios sociales. 

Conoce más en la nota: 

-¿Qué diagnóstico hacen de la situación de inclusión y del tratamiento ambiental de Argentina? 

En relación a los temas ambientales lo que percibimos es que cada vez hay más conciencia a nivel sociedad tanto de las personas físicas, individuos, sobre lo que pueda hacer cada uno, pero también desde el rol de las instituciones privadas como escuelas, ONG y empresas. El tema ambiental cada vez más está en agenda y eso es algo positivo. 

Lo que te puedo decir es que para mi la velocidad de la medida ambiental debería ser mucho más rápida teniendo en cuenta la crisis climática en la que estamos que quizás no es percibida como tal. Se ve  a lo ambiental como algo tan lejano de generaciones futuras que nos cuesta tomar acción, tanto como individuos como desde las empresas o instituciones. Veo avances, esta buenisimo pero noto que a este ritmo no se van a hacer los cambios que se necesitan. El rol del Estado es igual, deberían tomar acciones más concretas y más rápidas. 

Desde Cascos Verdes y los educadores ambientales que son personas con discapacidad intelectual que llevan el mensaje siempre hacemos foco desde una mirada más positiva. Vos desde tu lugar podes hacer un aporte más concreto. No importa la situación, desde donde estés siempre podés hacer algo. 

“Cascos Verdes es una de  las únicas oportunidades que una persona con discapacidad intelectual pueda acceder a la universidad”

Lo que tiene que ver con la inclusión está mucho más atrás todavía. Mas precisamente porque la inclusión se da en muchos ámbitos. Cascos Verdes tiene que ver con la inclusión universitaria. Cascos Verdes es una de las únicas oportunidades que una persona con discapacidad intelectual pueda acceder a la universidad. Con una discapacidad motriz se puede acceder a la universidad, pero una persona con síndrome de down por ejemplo no. 

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Conseguir trabajo es mucho más difícil y preocupante porque el ritmo es casi nulo, ni siquiera lento como con lo ambiental. En lo que tiene que ver con la inclusión laboral es difícil, para eso es necesario que haya un fuerte impulso desde la parte pública y estatal donde haya un incentivo, no tanto del lado restrictivo, pero si no hay incentivos potentes para el sector que contrata creo que la situación va a seguir así y puede llegar a empeorar. Todo está muy atado a la macro

“La persona con discapacidad intelectual tiene valor, potencial y la capacidad de dar y generar valor agregado, concreto, real y medible”

Trabajamos mucho en los apoyos que necesitan estas personas para lograr una verdadera inclusión. La persona con discapacidad intelectual tiene valor, potencial y la capacidad de dar y generar valor agregado, concreto, real y medible. Por otro lado, se requiere que la persona con discapacidad cuente con ciertos apoyos en su entorno para poder agregar ese valor. La interacción que tiene la persona y las barreras que puede producir. 

Si estás en una ciudad que es muy amigable para que cada persona con discapacidad motriz pueda circular. Esta persona no deja de ser discapacitada, pero cuenta con apoyo y gana autonomía e independencia y se puede generar una vida plena. Está muy atada la discapacidad a las barreras que pone el entorno. 

-¿Cuál fue el origen y el propósito de Cascos Verdes, a partir de lo cual pudieron combinar Inclusión y Educación Ambiental?

Estamos en contacto con gente de distintos lugares del mundo y no hay otro Cascos Verdes y llama la atención porque hay una necesidad. No solo en Argentina las personas con discapacidad no pueden ir a la universidad. Es en todo el mundo. 

Cascos tiene 15 años de vida y nació en el corazón de una persona que no venía del palo de la inclusión y eso hizo que el programa fuera pensado sin prejuicios ni modelos mentales que piensen que estas personas no pueden ir a la universidad. 

La propuesta de Cascos no estuvo viciada desde los orígenes. Fue probar cosas que funcionaron y cosas que no. Una persona estaba estudiando y cursaba con un amigo que el hermano tenía discapacidad intelectual y cuando lo conoció dijo, como puede ser que este chico que tiene un montón de capacidades no pueda ir a la universidad como nosotros dos. Esta inquietud fue lo que movió el proyecto en 2007. 

Se vieron universidades, se buscó financiamiento y así arrancó desde una cosa muy primitiva de ver al que tenía al lado. Tuvo empatía con una persona de su primer círculo y así nació. Algo de una necesidad humana. 

-¿De qué forma es posible avanzar hacia ciudades inclusivas y sustentables? ¿En qué ámbitos territoriales trabajan? 

Cuando arrancó hace 15 años la primera universidad que nos abrió la puerta fue la UCA que fue la que más riesgo corrió. Nadie sabía que iba a pasar porque era algo nuevo, como iba a ser que una persona con síndrome de down fuera a estudiar separación de residuos a la universidad. El rol y la respuesta de la universidad fue cambiando a medida que tuvimos los primeros graduados. 

Cascos Verdes forma a las personas en la universidad y en ese proceso los estudiantes tienen que llevar el mensaje desde un lugar activo de agente de cambio a otros lugares dando charlas ambientales o de reciclaje en empresas por ejemplo. Es otro desafío. Cuando empezamos a tener los primeros resultados ahí se empezó a hacer cada vez más fácil la adopción de otras universidades a los programas. 

Derribando barreras 2021 – Cascos Verdes

Hoy son 7 y a nivel universitario la inclusión es buenísima. Nunca perdimos una universidad, el impacto es positivo para la persona con discapacidad pero también para aquellas que no la tienen y pueden ver una persona con discapacidad intelectual en la universidad. Tiene un impacto positivo en todos lados

Todos mayores de 18  pero con distintas edades. Tenés personas que por ahí viajan solos, otros que van en auto manejando y otros que van con los padres a la universidad. Es un mix de personas recibiendo el mismo contenido y eso revolucionó bastante la pata académica. 

El lado académico la adopción fue super buena. Desde el lado privado también. Desde el 2012 capacitamos a todas las escuelas de la Provincia de Buenos Aires llevando charlas. Los chicos son los que menos prejuicio tienen. 

“La realidad es que la educación formal o  nuestras propias familias si uno no vivió de cerca la discapacidad, uno crece con un montón de prejuicios de que una persona con síndrome de down no puede hablar o manejarse solos, o no deberían tener pareja”

La realidad es que la educación formal o  nuestras propias familias si uno no vivió de cerca la discapacidad uno crece con un montón de prejuicios de que una persona con síndrome de down no puede hablar o manejarse solos, o no deberían tener pareja. 

Son cosas propias de la falta de información. Lo que nosotros vemos cuando damos una charla la gente no sabe que el que va a dar la charla tiene síndrome de down y cuando empiezan a hablar y explicar la situación vemos que hay una explosion porque quien recibe el mensaje recibe la información ambiental pero también hace un proceso interno porque pensaban que estas personas no podían hablar asi en publico

Se termina haciendo un click de decir: ´¿Si esta persona con discapacidad con todos los obstáculos está cuidando el ambiente porque no lo puedo hacer yo? Se derribaron un montón de paredes y mitos .

Una vez fuimos en avión a dar una charla con 3 educadores ambientales a Mendoza y me acuerdo patente de darme vuelta y ver que estaban sentados atrás los 3 educadores y verles la cara. Estas personas que no tenían nada de oportunidades tienen esta oportunidad y tienen un impacto tremendo en su vida. Me sigue conmoviendo porque es un cambio de 360° a estas personas

-¿Cómo es la estrategia que llevan a cabo y en particular los programas en curso?

Hoy tenemos dos grandes propuestas educativas. Una que tiene que ver con el Programa Educación Ambiental que se hacía de forma presencial pero durante la pandemia siguió funcionando de manera virtual. Eso fue muy importante porque estas personas si no ejercitan ciertas habilidades sociales empiezan a ir para atrás en su autonomía. Es como un músculo que se ejercita. Hubo muchas actividades de terapia, recreativas que se frenaron, pero Cascos no y eso les abrió un portón porque trabajamos muchísimo con la tecnología. Tuvimos que enseñarles desde cero a usar una computadora. 

Tenemos el programa presencial en 7 universidades donde la persona va 2 veces por semana durante 4 años y vive la vida universitaria y hace visitas educativas. Es muy completo y eso lo pone Cascos Verdes. 

Por otro lado tenemos una propuesta de curso de educación ambiental virtual que no es lo mismo que lo presencial pero para alguien que está en el interior es una re oportunidad. Tenemos estos dos programas y entre los dos hay 170 alumnos que cursan. Hay virtuales desde Tierra del Fuego a Córdoba, Chile, Austria, Suiza y en México. 

Hay universidades de distintos lugares que quieren que Cascos Verdes esté en su curricula así que el foco va a estar en lo virtual y profundizar la propuesta presencial. Potenciar para ganar escala y lo que tiene que ver con el trabajo ambiental estamos trabajando muy fuerte con lo que es la huella de carbono. Queremos agarrar mas valor para generar acciones concretas para mitigar y compensar la huella de carbono. Todo muy atado al Cambio Climático. 

-¿Cómo  es el proceso de articulación con empresas?

Por lo general lo que ocurre es que las empresas nos contactan o las contactamos y en el marco de prácticas ambientales se suman o convocan a estas charlas en un formato casi que de servicio. No tanto por colaborar económicamente con cascos verdes, sino que ellos entienden que al recibir educadores ambientales vamos a darle valor agregado. 

Ahí los educadores dan el mensaje y el contenido que tienen y lo mismo con escuelas y demás. Las empresas nos ven como un rol de aliado ambiental. 

En síntesis

Cascos Verdes

  • Año de inicio: 2007.
  • Misión: Lograr la inclusión en la Universidad de forma gratuita de todas aquellas personas con discapacidades intelectuales. 
  • Principales acciones: tanto de forma presencial como virtual las personas reciben formación y capacitaciones que le permiten desarrollarse académicamente. Además los egresados deben brindar charlas ambientales en empresas. 
  • Impacto: con más de 8.000 personas capacitadas directamente y cientos de egresados, desde la ONG han logrado derribar prejuicios sociales. 
  • Visión a futuro: demostrar que las personas con capacidades diferentes pueden estudiar y desarrollar una vida normal. Además buscan lograr incentivar la inclusión laboral. 
  • ¿Cómo ayudar? puede donar aquí

Medios de contacto

Mail: hola@cascosverdes.org

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